domingo, 26 de octubre de 2008
Los domingueros
Recuerdo cuando era adolescente y pseudomayor, salía los sábados y cuando me enteraba de que se adelantaba una hora...era feliz...perder una hora y librarme de aguantar la misma música, el mismo bar y los mismos seres inertes...Y cuando se retrasaba la hora, pues me negaba a cambiar el reloj.
Sí, la típica edad en la que tu criterio es el del grupo...ahora me pregunto qué extraña fuerza interior me impedía levantarme y decir, sin mirar qué hora era, “adios a todos”.Echar la vista atrás y casi ni reconocerte.
Y ahora es la una de la tarde y tengo un hambre atroz...que se ahorra energía???...no se...yo llevo en el mundo desde altas horas tempraneras, acabo usando aparatos que suelo encender a las dos de la tarde, como más que nunca porque el hambre también se adelanta una hora. Para hacer tiempo a este día largo, me voy a comprar el periódico, la Quo y enciendo el ordenador....Así que me da a mí que el ahorro será para los grandes de España, como siempre.
Y hablando de grande...os dejo...me espera un enooooooooorme plato de patatas fritas con huevo revuelto...a comer sin atrasos.
jueves, 16 de octubre de 2008
Van cayendo poquito a poco...
miércoles, 15 de octubre de 2008
Lo que la vocación esconde...
Ver las miserias ajenas, familias de película (en el peor de los sentidos), casos extremos o gente sin luz al final ni túnel...me hace apreciar más mi trabajo...sobre todo aquel momento sobre las 15.15 de la tarde en el que comprueba que dispongo de un cómodo sofá, un té con hielo y una música relajante (y no clásica precisamente)...y casi sin esfuerzo...esta es la verdadera vocación.
jueves, 9 de octubre de 2008
La curiosidad, me mató...
Alternativa: el ordenador de un despacho colindante...Terminé el trabajo muy rápido, bajo presión actúo bien. Y me acordé que en el google de mi portátil cuando pones una letra en el cuadro de búsqueda, aparecen todas las entradas que se ha hecho comenzando por dicha letra..Sí, admito que mi punto morboso, me hizo querer descubrir qué buscaban mis compañeros de despacho de ordenador (obviando las manidas páginas erótico-festivas, porque esas ya me las sé). Y como una pequeña friki, hasta las apunte...aquí tenéis un muestrario...
cinco inventos que hayan sido a fabor de la humanidad. Seguro que los correctores ortográficos son uno de ellos.
como aprender francés de primero de eso en un día. Pásame el número si lo encuentras.
como descubrir una clonación. Puede que con un análisis de ADN
Cuál fue la especie que se invento primero. ¿Adán y Eva?
cuando nos vamos a morir todos. Sin comentarios...
discursos entrañables para alguien que se casa.
fondo de pantalla me voy Venga, deprisa deprisa.
fondo pantalla culos Otra vez, sin comentarios.
homosapiens cuando aparecieron y cuando desaparecieron. Este tenía una importante crisis de identidad.
nos vamos a morir con esto del big bang .Que eso ya fue hace tiempo!
todos nos vamos a morir el 10 septiembre 2028. Y dale con pensar que google es futurólogo.
en q año apareció el agua. Creo que por entonces el concepto “año” no había sido inventado
Da miedo, ¿¿verdad??...
sábado, 4 de octubre de 2008
domingo, 28 de septiembre de 2008
Siempre es el nuestro
Así que ahí vamos, empezando a escribir un poquito, metiendo unas coplillas nuevas, pero nuevas eh, recién salidas, como pedía el otro, que aún están calentitos los discos de los sorprendentes gabachos Gojira, mis adorados Trivium, los eternos Metallica y los gamberros de Dogma Crew. Estamos en ello, luchando contra un año más en el que algunas cosas muy buenas sí que han pasado, en serio, y volviendo a meter la cabeza en esto, esperemos que vayáis acabando el cigarrito y os volváis a subir a este tren, que por supuesto, como no podría ser de otra manera, siempre es el que se para.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Para volver
Pero aquí estamos. Muchas novedades, pocas emociones...ya casi nada nos sorprende...ya casi todo está inventado. Volver a una espiral de la que nunca quisimos salir y de la que nos lanzaron fuera, contra la pared sin lugar a opinión. Volver a subir un escalón que resulta tan alto, tan pesado pero sabiendo que no lo volverás a bajar.
Empezar de cero en aquel lugar que tan bien conozco, que tanto me dio y me quitó, que tanto me hizo madurar y ser niña a la vez.
Empezar y no acabar. Di tanto para bien y para mal, que ahora me siento vacía, sin fuerzas, sin ganas y con toda la energía del mundo guardada. Quizás explote o tal vez vuelva a ser yo...queda poco o queda mucho...pero queda...entre tanto, he vuelto, hemos vuelto...y esto es sólo el comienzo.
Gracias si volvéis a posar vuestro inestimable interés en este blog...
domingo, 31 de agosto de 2008
Sopa de Testudines
Y pensando en lo contradictoria que me encuentro (tú ya lo sabes bien, es ya para ti un clásico oírmelo jeje)...también he pensado en las paradojas. La paradoja es "una declaración en apariencia verdadera que conlleva a una auto-contradicción lógica o a una situación que contradice el sentido común". Vamos, que de la contradicción a la paradoja, sólo hay un paso...Y esto me recuerda a otra leyenda que lo explica muy bien y que me resulta familiar...ahí va:
PARADOJA DEL TESORO
Le dijo el estafador a su víctima que podría recoger el tesoro prometido en un cierto lugar en la noche de San Juan a condición de que mientras cavase no pensase en un cocodrilo blanco, porque en tal caso el tesoro desaparecería.Evidentemente nunca consiguió el tesoro.
Y así ando yo... que por mucho que digo “no, no pienses demasiado en ese cocodrilo blanco”... ahí está... y para colmo el resto se empeñan en recordármelo!! Se presentan como lagartijas, camaleones...y una “cocodrilo blanco, cocodrilo blanco”....
Iba pensando todo esto mientras paseaba por la calle (luego tendré la cara de responder cuando me preguntan en qué pensaba que “en nada”) cuando me dio por observar un kiosco de revistas y vi un chaval jovencito, con bigote de "ya te toca afeitarte chaval" y haciendo ver que miraba las revistas de informática cuando en realidad le estaba echando un vistazo a la Interviú. Lo he visto y he pensado, tiene pinta de friki. No sé por qué, me ha venido eso a la mente.
Justo después, me ha venido el refrán: "Las apariencias engañan". Y es cierto, no hay que juzgar a la gente por lo que parecen. Pero es que justo después me ha venido otro refrán a la mente: "La cara es el espejo del alma". Coño, ¿en qué quedamos? ¡Cómo se contradicen tanto dos refranes! Entonces me he parado a pensar que en realidad los refranes no sirven para nada.
Otro ejemplo es: “Al que madruga Dios le ayuda". Lo que quiere decir que hay que despertarse temprano para que la suerte nos acompañe. Sí, hay otro que dice: "No por mucho madrugar, amanece más temprano". Ya estamos otra vez, el refrán viene a decirnos que no hay que madrugar tanto que no se acaba el mundo. ¿Con cual me quedo? Casi que con el segundo que descansas más...
Y seguidamente me he puesto a pensar que qué culpa tendrá el chaval del interviú de que yo intente dejar de ver al cocodrilo blanco y me invente una chorrada sobre refranes... quizás le debería haber recomendado algunas webs para que se ahorre unos cuantos euros, que de eso ya sabemos mucho... ¡bendito internet!...vaya, otra contradicción.
sábado, 23 de agosto de 2008
The day that never comes
martes, 19 de agosto de 2008
Los tanques son para el verano
En total, que otro verano más o menos como siempre, igual de mierda que el resto del año, pero como que todo va más lento, y nos da un poco más igual, el cabreo monumental vendrá en unos días, cuando además de todas estas tonterías tengamos que empezar a levantarnos temprano, ganarnos el patético sueldo con el sudor de nuestra frente, espalda, culo, o lo que haga falta, y encima empezará la liga, otro añito en segunda Dios. Pero no todo va a ser sufrir en este valle de lágrimas, en otoño sale lo nuevo de Trivium, llega el fresquito, la gente como que se lo piensa más para matarse alegremente, la Navidad está más cerquita y sobre todo nos daremos cuenta de que mejor esa camisa no nos la ponemos porque como nos sentemos el botón de la altura del ombligo se va a por tabaco, joer, si es que me habéis dejado solo ahí defendiéndome de los tanques, pero de cervecita, ala, iros todos a tomar…tinto de verano.
martes, 5 de agosto de 2008
martes, 29 de julio de 2008
207 mutantes
- Lo sé... pero estoy cansada... estamos huyendo constantemente... las ratas-mutantes no dejan de reproducirse, de destruir cada ser vivo y convertirlos en uno de ellos. ¿Qué vamos a hacer? Tarde o temprano nos atraparán o, con suerte, decidiremos matarnos en un gesto de valentía cobarde.
- Estoy contigo en esto, ¿vale? En esto y en todo lo demás... pase lo que pase, no sueltes mi mano.
Andaban escondidos en un callejón, en la penumbra que da una luz ámbar bajo la luna. Se sorprendían cómo les preocupaba la destrucción de la humanidad, esa que tantas veces solían despreciar y que otras tantas jugaban a no pertenecer.
Sin explicación alguna para ellos, las ratas-mutantes habían decidido adquirir cómplices para dominar la ciudad. Cómplices obligados. Con un solo mordisco, cualquiera que pasara por allí aumentaría su talla 93 centímetros más. Su piel se tornaría a una oscuridad grisácea unida a un vello largo, duro y de tacto repelente. La cabeza mostraría qué animal llevarían dentro: la rata. Y lo peor: unas ansías de morder, de destruir y de demostrar que ellos dominarían el mundo.
- Me has convencido. Dame un beso. Te quiero. Y aunque te conviertas en una rata... te seguiré queriendo. Lo sabes. Lo sé.
- Sabes que no soy tan expresivo como tú... pero ¿qué te crees?, ¿Que no he huido de esta ciudad sólo porque estoy aburrido?...¿dónde estoy? Contigo, siempre contigo. Te quiero. Y ahora vámonos... debemos de salir de aquí.
Y corrían como nunca lo habían hecho jamás, literalmente. Encontraron dos bicicletas arrinconadas en el quicio de una casapuerta. Se miraron. “Imposible, aprender a usar estos cacharros nos mataría de verdad”, se dijeron con las miradas. Y siguieron corriendo. De vez en cuando miraban a izquierda y derecha en los huecos de los callejones oscuros. Veían escenas repugnantes: las ratas-mutantes necesitaban más cómplices y ante la falta de víctimas, decidían practicar sexo una y otra vez. La parte más humana de las ratas haría que proliferaran muchas más.
Él se paró. Necesitaba respirar. Estaba mareado. Le dolía la espalda... pensaba lo bien que estaría sintiendo las manos de ella como una masajista mientras oían de fondo aquella canción de Blues que consiguió que fuera la banda sonora de muchos encuentros... Levantó la vista y se percató que ella estaba hablando con dos mujeres vestidas de blanco.
- Si queréis evitar el mordisco de las ratas-mutantes debéis formar parte de la Hermandad Hedonista.
- ¿Hermandad Hedonista? Preguntó ella con su típica cara de despiste.
- Sí. Las ratas rechazan mordernos, no se pueden acercar. El único requisito es que os entreguéis a la belleza corporal, a cultivar el físico, el cuerpo. Evitaréis grandes problemas. La mente, poco a poco, se anulará pero seréis más felices. Ni las ratas ni los problemas os atacarán. Y ni siquiera vosotros mismos os llegaréis a reconocer. Sólo estará vuestro cuerpo y vuestra Hermandad.
Ella dudó... nunca le había gustado pertenecer a grupos y mucho menos a uno así. Él se sorprendió pensando lo mismo que ella...”qué haríamos sin tantas cosas que nos gusta, que nos gustan”.
Él la miró fijamente y pronunció las palabras que los ojos de ella pedían: “No, vámonos, lo conseguiremos... y si no es así, al menos moriremos haciendo algo que nos encante, que nos guste...pero lo viviremos, lo compartiremos. La mente es el mejor tesoro que nos queda, cariño”.
Y siguieron corriendo dejando atrás aquellas extrañas personas de blanco... esas sí que les habían dado miedo de verdad.
lunes, 21 de julio de 2008
Sardinas asadas (y papitas aliñás)
Sí conté hace tiempo el detalle sobre los presentimientos de mi madre según sueñe con agua clara o agua limpia (un caballo blanco...un caballo negro..jorrr...sin coments...). Y aunque incrédula, ahí sigue cumpliendo la regla. Hace poco volví al hogar materno y comenzó la limpieza de verano (es que hay miles de cosas de temporada: momias, fruta, cojitas,...). Una de los objetos a limpiar fue el ordenador de mesa: bye-bye!! Supuestamente iba a fusionarse con otro igual pero no sé aún cómo resultará el experimento. Y con ese afán de limpieza veraniega encontré un documento que escribí para usarlo en mi trabajo en el 2006. Y me sorprendí a mí misma como una visionaria de la economía del país (qué horrooooooooor). Aquí adjunto el susodicho escrito:
Los españoles se han convertidos en unos nuevos ricos. Se han vuelto pedantes, estúpidos, snobs e insoportables. Nos resistimos a ver lo que antes éramos, y también a todo aquel que nos lo recuerde. No aguantamos ninguna clase de contrariedad, y tenemos miedo de todo lo que pueda alterar nuestro estatus. Se habla por ahí del "milagro español", de lo mucho que ha crecido el país en apenas 30 años. En efecto, debe ser un milagro, porque algo tan "espectacular" no se logra tan rápidamente. El esfuerzo, el verdadero esfuerzo, no se recompensa tan fácilmente (aunque me temo que en eso seguimos siendo muy españoles, nos ponemos la medalla del trabajo que los fondos de cohesión europeos han hecho). A no ser que la cosa no sea tan espectacular y la cosa sea más bien ficticia. Más que milagro, habría que llamarlo "burbuja española". Algún día explotará. Pero mientras, tanto, en esa actitud tan de nuevos ricos, sigamos viviendo el presente, dilapidando la riqueza caída del cielo.
Y ahora...¿de qué se habla dos años después? De la crisis...siiii, con todas las letras:
C – R - I -S – I - S...ya no se habla de otra cosa. Hasta en los chiringuitos de verano puedes oír la palabrita. Las sardinas asadas se aburren en la hoguera esperando que alguien las compre (que por cierto, que pestazzzzo con el humo a las 3 de la tarde, joder). Ya los mirones de playa ni miran a las chicas en topless, están más preocupados de contar los céntimos que le quedan en la cartera para invitar a un refresquito para dos. Aunque para todo hay una excepción: ese 25% de la encuesta...ahí es nada! Siguen miroteando. Otro tanto, disimula y un nada despreciable 20% se muestra como público femenino del blog (por favor, dejemos las tesis y teorías pasadas,jejeje). Y gracias, gracias, gracias de nuevo por tanto voto y tanta participación.
Pues vale, lo admitimos, crisis o no, en el fondo todos tendremos un punto morboso, curioso que nos hace mirar con o sin disimulo todo aquello que se sale de lo normal. Pero realmente para mí lo OBVIO es lo que tiene más encanto.
martes, 15 de julio de 2008
Brácularr I
Lástima que no pudiéramos pillarla de frente, pero os prometemos:
1. Que era una mujer.
2. Que era la prima de Brácularr, por la groria de mi madrerr.
sábado, 12 de julio de 2008
The doorrrrrrr
Después de llegar a sabias conclusiones sobre semáforos para ciegos, pasamos a la observación de un curioso cartel, del que adjuntamos la fotografía:
No hay palabras. Mirada, carcajada y un mismo pensamiento: joder, si es que lo teníamos que ver nosotros!. Dicho escrito nos hizo pensar que si una tienda de diseño interior, muebles minimalistas y toda clase de pijadas que se les ocurra, tiene que llegar a poner un cartel con dicho mensaje... es que realmente no ha pasado una vez. Nos imaginamos cada cliente en plan bruto “esta puerta la abro yo como sea”, metiendo las manos e intento empujar hacia delante o hacia los lados...y la pobre dependienta horrorizada como si tuviera delante al mismísimo protagonista de “No es país para viejunos” (muy buena peli, por cierto).
Pero llegados a este punto pensamos: “¿por qué tenemos que dar por hecho en el catetismo o brutalidad de los clientes que intentan entrar en la tienda?”. Siempre en estos casos, tenemos la tendencia a echarle la culpa a la torpeza humana... ¿es que la máquina no falla nunca?. Quizás el problema radica en que la puerta es insoportablemente lenta en abrirse. Puede que tarde, por ejemplo, 1 minuto y 45 segundos, lentísimos segundos, en abrirse... y la gente acabe desesperándose y pensando que está en un error y que hay que abrirla. ¿No ha pensado el buen encargado de la tienda en arreglar el temporizador o sensor de la puerta, en lugar de poner un cartel en el que te deja caer, así por lo bajini, que es usted un bruto y un desalmado rompedor de puertas?.
Nos volvimos a mirar y casi al unísono pensamos y dijimos: “joder, no, otra idea para una entrada”.
martes, 8 de julio de 2008
Casi que mejor no estar en la lista
Total, y en fin, y pues ya ves, y cualquier otra fórmula de continuidad que se os ocurra, que nos empeñamos en hacer los objetos y los lugares más amigables, y resulta que hace un par de noches me acerco a un lugar de moda para tomar una copichuela, y en la puerta había seis matones seis, de la ganadería de Vitorino Esteroide, impresionante, las dimensiones del lugar deben ser propias de una ceremonia del III Reich pensé, pero qué va, normalito, tirando a coqueto, con apenas tres camareras en la barra y una cosa pizpireta y someramente vestida que iba de aquí a allá, más saltimbanqui que mesera. Buscando alguna razón para tal despliegue, miré el mobiliario, quizás piezas únicas de diseñadores de renombre, o de materiales nobles dignos del despacho de un dictador africano, pero no, de lo más convencional. Ya está, la clientela debe estar formada por exconvictos, hooligans, miembros de psicópatas anónimos, joder, casi mejor me voy, pero a mi alrededor sólo había mucha niña mona y bastantes pijos, que como no se pongan a tirarse de los pelos o lanzarse las visas ahí a mala leche, de canto a la cara, no me parecían dignos de un gran temor. Sólo quedaba una posibilidad lógica: los seres humanos despreciables sin dinero ni físico de revista son inmediatamente detectados por el pequeño ejército y amablemente invitados a proseguir su camino, pero entonces yo no hubiera entrado. Y entonces lo único que se me ocurrió es que simplemente se trata de acojonar, es una barrera psicológica de entrada, de hacer que te sientas pequeñito y estés ahí sin dar demasiado por culo. Qué mundo más extraño y menos amigable éste, en el que un establecimiento comercial usa como argumento de ventas acojonar a sus clientes, qué raro es todo y qué mayor estoy yo que algo así me da más pena que otra cosa. Lástima que los servicios no tuvieran avisos sonoros, “Mee ahora...Mee ahora...Mee ahora”.
lunes, 7 de julio de 2008
Acerca de una niña
sábado, 5 de julio de 2008
Ar caraho...
Investigué horarios y rutas alternativas para llegar, pero no existen autobuses ni trenes, ni siquiera los taxistas saben decirme; ellos que tanto se molestan cuando les indico una calle para mi entender difícil de conocer e intento explicarles dónde está.
Desde hace tiempo, se me presenta un camino, ni siquiera es ese de las baldosas amarillas, pero me da la seguridad de que tiene algo que ver con ese destino que tanto he buscado. A veces el camino es divertido, te dan ganas de dar saltitos en plan Dorothy con el Hombre de Hojalata. Otras veces es calmado, pero con una gran sensación de paz, que no quieres que ninguna inclemencia te lo haga modificar. Entre paso y paso, a veces me he encontrado con pequeños pedruscos, intentas apartarlos del camino, de hecho, me he convertido en una gran experta en eliminar las piedras del suelo, no sin dejar de sentir el pequeño golpe que dan a la punta de mis pies. Intento ignorarlo, pero alguna herida seguro que tendré.
A diferencia de otras carreteras, no he podido ver ningún cartel de desvío. Y si me he cruzado con alguno, el bienestar, el reflejo de un sol brillante y acogedor, han provocado que mis ojos sólo vean la línea continúa, la que siguen mis pies.
A diferencia de otros caminos, aún no he podido ver ninguna indicación de “Bienvenido a...”. Y sigo, y continúo. Me gusta andar, me hace sentir viva. Hasta el dolor en las rodillas, por muchas veces hundirlas en el suelo, me hacen sentir las mejores sensaciones, las más profundas, las más animales.
Hoy he parado, he decidido beber agua, sentarme en una piedra y mirar alrededor. Y pienso que andas y ando últimamente con el tono vital bajo. No sé si será el calorcito que empieza a apretar, los cambios que se acercan o yo qué sé. Pero la cuestión es que todo da pereza. Y cuando digo todo es todo. Incluso lo que más gusta. Cuesta decidirse por tomar cualquier iniciativa, incluso salir a dar una mísera vuelta. Pensar en hacer algo hace que nos invada una terrible desgana. Yo, que era una cinéfila empedernida, me descubro buscándome excusas para no ver nada hoy. He conseguido, tras una lucha titánica conmigo misma, sentarme a escribir estas líneas (aunque me doy cuenta de que mis últimas entradas no son las mejores). Hasta me cuesta querer a mi propia familia. Y al final acudo a ti y a la música. Qué más podría pedir en un día como hoy.
Al fin, me despierto, ha sido un sueño largo...me encuentro cansada, las rodillas me duelen, no se porqué. Miro a mi alrededor y vuelvo a la realidad de donde partí. En un autobús, camino del pueblo del que salí hace unos días. El sol es abrumador. Las vacas que se ven en el campo dan sensación de pena, intentando buscar una gota de agua en toda la hierba. A mi lado, un anciano viajero. La estrategia de colocarme los auriculares y ponerme a dormir no ha servido...y sospecho que lleva rato hablándome. En un gesto de pura cortesía, le miro asintiendo...y decido prestar atención. Me cuenta anécdotas de su juventud, de su primer trabajo, de los jornales tan míseros que ganaban por 14 horas de sol. De repente cambia su gesto, esos ojos de melancolía y añoranza se vuelven algo tristes. Y me cuenta que se encuentra solo, cansado, perdido...que anda buscando un destino que en los mapas no encontró. Que alguien le indicó que se montara en ese autobús, que le llevaría a un destino seguro. Y de repente ha tenido la completa seguridad de que se equivocó...que estaba mejor en ese camino de pedruscos y sin carteles...que seguro que le hubiera llevado al mejor fin.
domingo, 29 de junio de 2008
Asiento Ñ de la Academia
Uno de estos casos es el del término "escatología", que básicamente tiene dos significados. El primero de ellos es el que en religión se refiere a todo lo relacionado con lo último, es decir, con la muerte, el cielo, el infierno, el Juicio Final, el fin del mundo... El otro significado es el que conecta la palabra con las funciones excretoras, con las heces, la orina, y en general todo lo desagradable.
Muchas veces me he preguntado sobre el porqué de esta perturbadora coincidencia terminológica. Hasta que me dio por investigar.
Y lo que encontré me aclaró un poco, ya que aunque son la misma palabra, su origen etimológico no es el mismo. El primer sentido, el religioso, viene del griego éschatos, cuya traducción sería último. El otro también viene del griego, pero de otro término diferente, skatós, que quiere decir excremento. La cosa se aclara un poco más al descubrir que por lo visto hay cierta discusión en torno a la pronunciación y escritura de esta palabra. Según algunos autores, el sentido religioso sería más correcto escribirlo esjatología, ya que la pronunciación de esa ch griega correspondería a nuestra j, permitiendo así una mayor distinción entre ambos conceptos. En cualquier caso, la coincidencia no deja de ser curiosa, y habría que ver si no es posible encontrar alguna clase de conexión entre los dos orígenes (no sería muy difícil, si tenemos en cuenta que el excremento es lo último que queda después de un buen almuerzo por ejemplo).
Así que mira por donde el día que pienso que mi vida es una mierda...al menos me sentiré algo mejor.
miércoles, 25 de junio de 2008
Lesbianas, helado y Lovecraft
- Desde luego es una gran frase de consuelo...
El paseo marítimo a las cuatro de la tarde era cruzado inclementemente por todos los que se encaminaban a la playa, así como por aquellos que terminaban o comenzaban a comer en los bares, restaurantes y terracitas, como ellos dos.
- Mira, la feria del libro...
- Querrás decir el quiosco de libros...Voy a echar un vistazo.
- ¿Algo interesante?
- Sí, sí, mira, Lovecraft, el rollo de Kthulhu siempre me ha gustado, yo lo leía de niño, si es que no podía limitarme a leer el principito, no podía salir normal, a ver éste...Mira, son relatos modernos basados en los mitos de Kthulhu, jorrll, 4 eurillos
- Yo ya he terminado los que me regalaste, cuando lo acabes me lo prestas.
- Muy bien. Este tío es bastante importante, sin él no se entendería nada de la mayor parte del terror moderno, monstruos horrorosos que regresan a un mundo que un día fue de ellos, como los turistas aquí...
Ella se estaba impacientando en realidad, porque se hacía tarde y quería ir a la playa. Mostró su característica expresión de algo me contraría y provocó la sonrisa de él.
- ¿Un café?, venga, y después nos cambiamos y bajamos a la playa.
- Mejor un helado, ¿te apetece?
- Pues sí...Joder, ya empieza a hacer calor de verdad.
- Joo, no hay heladerías...
- Umm, veamos, ahí enfrente hay un rótulo, “helade”, es arriesgado, lo sé, pero creo que vale la pena investigar cómo sigue.
- Jajaja, qué sarcástico, podría ser...mmm.
- El Hades, sí, el nuevo local griego de moda, heavy metal heleno a cascoporro.
- Y sigue...
- Venga, quítale unos gramos y déjalo en ironía, vamos a por el heladito.
Entraron en la heladería, diáfana y tranquila, y en uno de los dos mostradores un hombre trataba de explicarle a la clienta qué diferencia había entre un helado de dos bolas y uno de bola única.
- Es que si le pongo una bola más pues ya sería de dos bolas- le decía a una mujer de importante volumen, de cuyo hombro colgaba una adolescente de considerable tamaño.
- Mamá, es que yo lo quiero con nueces...
- Y no podría ponerle un poco de nuez rallada...
- Sí, claro, pero de qué sabor quieren las bolas de helado...
- ¿Y ése de la esquina de qué es?- Dijo una tercera acompañante, haciendo caso omiso de los estupendos cartelitos que tenía el expositor, también de generosas medidas, pelo corto, piratas vaqueros, camiseta enorme y guarros en los pies.
- Mamá, pero yo lo quiero de...
- Pues casi mejor podrían considerar probar los dietéticos...
El comentario se oyó perfectamente, aunque ella creyera que lo había dicho bajito. Era más fruto del aburrimiento ante la espera, ya que no había nadie más atendiendo y se preveía una larga transacción entre el heladero y el curioso trío.
- Coni, por Dios, que te han oído...
- ¿Sí?, pero si ha sido en voz baja...
- Claro, claro...- dijo él con una sonrisa- anda, ve pensando de qué lo quieres, y espero que tú si tengas claro la diferencia entre una o dos bolas, y si no, pides una tarrina. Joer, entiendo que en sus lugares de origen no tengan mar, pero hay heladerías ¿no?
- Jaja, de Kínder, que lo he visto ahí.
- Vale, yo de nueces, una tarrinita.
- Con cucurucho de chocolate.
- Muuy bien. No creo que ésas lo pidan con cucurucho, no sé por qué, aunque una de ellas seguro que sabe lo que es una...
- Es verdad, tiene una hija...Y míralo, él sí puede hacer comentarios, ¿de éste no se han enterado?
- No lo sé, creo que sí, porque la camionera me ha mirado mal, pero he sido bastante más sutil que tú, bueno, no sé, jajaja.
En ese momento apareció como un ángel salvador un adolescente que se colocó tras los expositores y les miró expectante.
- Una tarrina de nueces y un cucurucho de kínder.
- De chocolate el cucurucho.
- Eso, jaja.
Salieron al apabullante sol, abandonando la agradable heladería, sonriendo y mirando ya con avidez a la playa que se extendía a sus pies, a unos metros.
- Así que tú sí puedes criticar su tendencia sexual y yo no puedo hacer una mínima mención a sus hábitos alimenticios...
- Yo no he criticado ninguna tendencia sexual, me parece muy respetable, sólo aludía al hecho de que al menos una de ellas, ya que tiene una hija, sabe lo que es una polla, nada más. Y en segundo lugar no hacía más que ponerme en el lugar del pobre heladero que en ese momento debía estar pensando más o menos lo mismo pero no podía decirlo...ea.
- Anda, vamos parriba que mira cómo se derrite el helado...
- Sí, pero antes de que bajemos a la playa yo te voy a enseñar a ti lo que es un buen cucurucho también...
- Al final es cierto que tendré que consolarme pensando que soy la única a la que se la metes...
lunes, 23 de junio de 2008
A lo grande
¿Hablamos también de los otros ganadores del partido de ayer? El primero el penoso Borbón ese que dice que es rey de no se qué nación, que tras malos tiempos y continuando con su limpieza de imagen se dio una vueltecita por Viena para balbucear unos cuantos tópicos, incluso en directo ante las cámaras, en la zona mixta del estadio, inaudito. Siguiendo hacia abajo el amigo ZP, que dicen que si se parece a Mr Bean o a no sé quién, pero en realidad tiene to la cara de un hamster enano de Roborovsky recién despertado, no veas qué despertar tienen los bichos, que aprovecha el alelamiento general del día para presentar su plan contra una crisis que oficialmente no existe, lleno de medidas que tras mirar un poco podríamos resumir en...¿nada? Podríamos continuar concretando en casos particulares, como el típico hijo puta con el que todos tenemos que lidiar que hoy estaba contento home, o el que tú quieras, que seguro que podrías decirnos alguno...Así que sí señor, que viva el fútbol, que tanto nos gusta, nos ocupa y nos preocupa, non importa ciò che accade, l'Italia a morte, y a ver si uno de estos modernos gladiadores y héroes nos deja algo de calderilla pa llegar a fin de mes...
domingo, 22 de junio de 2008
viernes, 20 de junio de 2008
Perder
Ella estaba sentada en la mesa de la cocina, él entre sus piernas abiertas, con sus manos descansando en las rodillas, mirándola a los ojos, percibiendo su distancia, su decepción. Se quedó un largo rato mirando sus labios, esperando una negación, una petición, pero no se movieron salvo para devolverle el beso que realmente no sabía a fin, aunque estaba tan claro como los duros ojos que miraban los suyos que era el último. Así que no le quedó otra cosa que hacer que irse. Su compañera no le había dado la réplica para representar correctamente aquella obra de despedida que apenas acababa de idear unos minutos antes, aún con ello pensó que no había quedado del todo mal, supo improvisar una retirada digna, y sobre todo agradecía que la cosa no hubiera derivado hasta tomar la tediosa senda del melodrama. Cogió sus cosas y atravesó la puerta, sintió primero el golpe del sol en su cara, que en aquellos días ya caía despacio y duro, y después el de las patas del puto perro en su pecho, acompañado de la repulsión que le provocaba el animal.
- Ésta también es la última vez que me ladras cabrón.
Cerró la cancela exterior y se encaminó hacia la estación sintiendo a partes iguales oleadas de alivio y soledad, el primero se fue quedando por el camino, pero la segunda quiso acompañarle, lo que le hizo centrar su atención en el hecho de que él no habría dejado que ella se fuera sola, y en ese momento su abandono en las calles de la semidesconocida ciudad le pareció el mayor agravio posible, imperdonable, insuperable, hasta que el sudor empezó a brotar de su frente y todo aquello empezó a tornarse la enésima tontería en que pensaba aquel absurdo día, que empezaba a terminar en el mugriento bar de una pequeña estación de autobuses, en algún lugar de la costa.
Ponían un partido en la tele, el último de la temporada, un plasma, lo que realmente le sorprendió, no acababa de encajar en la decoración, o la ausencia de la misma mejor dicho. Una barra pequeña que aproximadamente a la mitad se convertía mágicamente en el mostrador de un ultramarinos, como en los bares de barrio de su ciudad, pero allí ya no quedaban, una sola mesa de plástico cortesía de una marca de refrescos con su par de sillas a juego, unas paredes alicatadas a la mitad, que un día fueron blancas, con alguna maceta colgando tal y como aparecía en una foto un pez de la mano del tipo que ahora le ponía delante un café, más viejo, más cansado, como todo el bar, toda la estación, como incluso, sobre todo, él. Aún quedaban tres cuartos de hora para que saliera cualquier autobús, de manera que aquello estaba vacío todavía de domingueros de bañador, sandalias y mochila de vuelta a sus pueblos y ciudades de interior, rojos, aceitosos y salados, como un tomate abierto en un plato, listos para que de ellos no quedara nada en el pequeño pueblo de la costa.
El café estaba realmente caliente, pero se lo tomó de dos tragos mientras comprobaba que los jugadores de uno de los equipos de la tele lamentaban el no haber subido a primera, aunque de haber sido así los hubieran echado a casi todos, cambiándolos por flamantes peloteros de mejor calidad que habrían hecho que el equipo bajara a segunda de nuevo, un bucle infinito que afortunadamente durante el verano se detiene, como casi todo, menos el transito de seres humanos, que ahora ya sí, iban invadiendo la mitad del bar que era bar, la mitad que era tienda, la oficinucha que hacía de taquilla, andenes y aceras cercanas.
El día anterior estaban tan bien, todo era placer sosegado, promesas, suave dulzura, y ahora estaba abandonado, sudoroso, con la lengua quemada, rodeado de seres extraños que le observaban con el recelo del grupo que mira al distinto. Sin embargo eran dos perfectos extraños cuando se despertaron aquel brillante domingo. Qué coño les había pasado, qué incomprensibles procesos habían tenido lugar mientras dormían para que de pronto ella no quisiera que él estuviese allí y el quisiera largarse de inmediato. Móvil.
- Sí, muy bien. No, un desastre. Para casa ya, en una hora y algo estaré por allí, ya te contaré, luego te llamo que voy a subir al bus.
Pero qué iba a contar, si ni él mismo lo entendía, sintió la necesidad de hacer una encuesta, preguntarles uno a uno a aquellos tomates con patas que le circundaban si alguno era capaz de explicárselo, pero sus caras le decían que no sin necesidad de interrogatorio alguno, todas salvo una...
- Esther, holaa, qué haces aquí...
La soledad le decía adios con la manita desde el andén, pero él no pudo verlo porque estaba demasiado ocupado pareciendo encantador para su inesperada compañera de viaje. Tampoco pudo oir cómo un desconsolado locutor lamentaba el fracaso al intentar ascender de un equipo que de todos modos siempre había sido grande y que prometía volverlo a intentar la próxima temporada, llena de esperanzas y promesas, como los ojos de Esther.
miércoles, 18 de junio de 2008
Entrada de transición (pa que vamos a decir lo contrario!)
No sé en qué momento exacto todos estos hechos se entremezclaron en mi subconsciente hasta el punto de pedir que me bajasen una película de aquel actor ya olvidado y del que seguramente nadie sea capaz de nombrar tres películas seguidas.
Y aún me pregunto si un nada despreciable 42% de los visitantes del presente blog tiene o no razón. Aún me pregunto cómo me hiciste caso. Aún me pregunto cuándo veré la película. Aún me digo a mí mism@ que ya es un reto personal, y acabaré decepcionando a un 15% de los blogeros que por aquí se asoman, pues SI, LO ADMITO, soy un@ de l@s confundadores que verá una película que seguramente ni siquiera será digna de ser protagonizada por nuestro admirado Pocoyó.
Pero antes de que se produzca un antes y un después en vuestras visitas al leer estas líneas...daros las gracias por vuestros votos, por vuestros comentarios, por las ganas que le ponéis a cada palabra que dejáis por aquí escrita.
Aún sigo imaginando cada historia que se esconda en cada nick, en cada firma...entre tanto...me planteo si darle ya al play o no.
viernes, 13 de junio de 2008
miércoles, 11 de junio de 2008
lunes, 9 de junio de 2008
Que viene el lobo...
Pero de un tiempo a esta parte, he crecido un poco más, a pasos agigantados y crecer provoca el poder comprobar que las cosas más positivas, lo que más feliz te puede hacer, también tiene su lado negativo. Y en ello ando, pensando que el mes de junio me anuncia situaciones complicadas, entre ellas la convivencia temporal con una persona familiar (en el más estricto sentido de la palabra) que la he catalogado de “hipocondríaca” (entre algunos otros términos que no les voy a dar cabida en esta entrada. Siempre consideré esa patología como difícil de discernir con el ser “quejica” o “aburrimiento y me escucho demasiado”... pero, oh! Si me hubiera dedicada a la medicina! Tendría grandes prácticas en casa.
Pero ando sensible y pienso en el final de las personas hipocondríacas... ¿¿y si tienen razón??...El hipocondríaco quizás no es un pesimista patológico... Todos ríen sus males. Pero él sabe muy bien que el que ríe el último ríe mejor. Y que algún día su ataque no será imaginado, que será de verdad. Y entonces les callará la boca a todos, dejándoles con el resquemor ese de "¿y si le hubiéramos hecho caso...?". Y entonces será su momento triunfal. Pero ya no lo podrá disfrutar. La muerte, esa con la que aprendió a malconvivir, se lo habrá llevado del todo. Tan sólo en el último momento podrá esbozar una sonrisa. "¿Lo veis, incrédulos?". Y la duda será mayor, porque su gran momento, su triunfo final, su momento de mayor gozo, será el último. Como los héroes. Y entonces hasta habrá quien diga que supo morir bien.
El sol aprieta... pero creo que es hora de levantarme a hacer café...
sábado, 7 de junio de 2008
jueves, 5 de junio de 2008
Ahí lo llevas...
Casablanca tendrá que esperar, pero despues de todo siempre nos quedará David Lynch...
martes, 3 de junio de 2008
El mundo al revés
Todo esto podría llevarnos a pensar que no hemos avanzado tanto, que la España profunda de señoritos y fieles siervos de corazón e intenciones negras como el refajo de una abuela de pueblo no está tan lejos, hasta que de pronto algo te hace despertar de la ensoñación y volver a la realidad: una hija ha abandonado a su madre en un convento. Qué subversión, qué revolución, que acto estético sólo comparable al incendio de Roma, qué modernidad, qué declaración de intenciones. Es, con un simple acto, desempolvarse siglos de atraso, ignorancia, cultura opresiva y opresora, proclamar sencillamente que somos distintos, una nueva raza. No nos basta con las lámparas de Ikea ni los reallyties en la tele, necesitábamos un acto total, un punto de inflexión, de no retorno, un antes y un después, una catarsis de la cual surgiera el nuevo bebé ibérico, flotando entre los páramos mesetarios y los valles costeros, despreciando su pasado y mirando al futuro del cual es dueño. Gracias anónima heroína, probablemente no serás inmediatamente comprendida, es más, se te vilipendiará, insultará, humillará, pero no te preocupes, pasa con todos los visionarios, con todos los revolucionarios, piensa que de la hoguera en la que te quemen surgirá una nueva sociedad que te recordará y admirará como la luminaria que nos enseñó el camino. Voy a mirar por Internet a ver dónde puedo dejar a la vieja...
miércoles, 28 de mayo de 2008
Veinte centímetros por el ano
Vale, consideraciones obvias aparte, como la barbaridad que pueden parecernos las corridas, la pequeña satisfacción por que una vez gane el débil, la inmediata asociación de la cornada con otras cosas, lo que despues me vino a la mente es cómo puede ser el futuro de ese pobre hombre. En un mundo tan masculino, testosterónico, tan machote, probablemente los compis ya no lo miren de la misma manera, íralo, ahí viene el tío al que le partieron el culo, las risitas medio contenidas al pasar, las alusiones a que igual eso ha cambiado su vida y ha descubierto nuevas facetas en sí mismo, las recomendaciones de que no le dé la espalda al siguiente bicho, el ver nuevos matices en su forma de andar...Todo eso va a convertir su vida en un infierno, que puede llevarle a una espiral de autodestrucción o a lo más profundo de un insondable pozo de desesperación. Amigo banderillero, tienes todo mi ánimo y consideración, no les hagas caso y el que piense que tu masculinidad ha sido comprometida es que es un imbécil y un pobre de espíritu, tú seguirás haciendo el paseíllo con tu trajecito bordado en plata, ajustadito, marcando, metidito por donde puede, con medias rosas y zapatillitas de bailarina, con coleta y una chaquetilla corta, mm, vaya, ahora que lo considero, como que muy masculino...Joer, es que 20 cm por el culo supongo que le cambian la vida a cualquiera, igual en vez de burlarse de él los compañeros terminarán envidiándolo en secreto, el ser humano es tan diverso.
martes, 27 de mayo de 2008
Si ya no sé ni lo que digo...
Así que aquí me he sentado a “manos a la obra” esperando que el gran cerebro de mi querido cofundador se inspire, considerando que cuando lo hace, supera cualquier expectativa.
Acabo de ver que ha dado lluvia para esta semana... antes la odiaba bastante, con el paso de los años he aprendido a convivir con ella, prefiriendo casi prescindir del paraguas y chapotear en los charquitos... na, que va, eso al final nunca lo hacemos (no te doy ideas...). En el telediario de telecinco, que cada vez parecen más unos publirreportajes, han hablado de las monjas clarisas. ¡Vaya chiringuito tienen montado! Huevos gratis todo el año a cambio de la falsa promesa de garantizar buen tiempo...Bueno, he de centrarme, tengo que escribir una entrada de transición!!
Entre tanto, me he puesto a pensar en qué cosas me han llamado la atención hoy... entre los múltiples hechos , por ejemplo, hoy me he dado cuenta que tengo un compañero de trabajo que le podemos denominar como “monotema”. Los monotemas son aquellos personajes que todo su repertorio conversacional se basa en un solo tema, nunca… nunca le escucharas decir algo que se salga de esa temática, que por lo general, te causa tanto interés como la vida sexual de las arañas (oye, pues ahora que lo pienso... voy a mirar en el google a ver qué tal es), la variante más leve es cuando no eres interlocutor, simplemente son los que están cerca de ti los que están hablando, esta variante se soluciona con el MP3 y unos auriculares. El problema es cuando eres interlocutor y te enchufas la misma conversación una y otra vez... Este personaje en cuestión se dedica a coger por banda al pobre inocente que no ha huido y se dedica a repetirte una y otra vez el maravilloso invento de las reservas telefónicas para comprar billetes en RENFE... jodeeeeer, ni se ha enterado que hubo una época que yo subía a Madrid finde si, finde no... en fin. Peor son aquellos que sólo hablan de sus juergas, borracheras y lo panoli que eres tú por no salir un sábado, pero curiosamente las juergas que se tira, tú nunca está presente...
Llegados a este punto te das cuenta que cuando hablas con esas personas monotemáticas, posiblemente solo son monotemas contigo, y el seguramente pensará de ti que eres un monotemático con el que solo se puede hablar de ese monotema… Ohh, joder!!! Seré un monotema??!
jueves, 22 de mayo de 2008
Un mago blanco, un mago negro...
Pero lo más grande es que recién reinstalado me ha entrado otro, éste sí localizado, con nombre y apellidos y cara de cabrón, me mira desafiante desde la carpeta del sistema en la que se ha instalado, tranquilo y satisfecho. Comencé con lo habitual, las típicas combinaciones de antivirus + antispyware + limpiador de registro, probando con distintos programas, supuestamente todos buenísimos, pero nada. He leído reseñas de otras víctimas del amiguete de hace dos y tres años, cómo es posible que los antivirus y limpiadores más novísimos y reconocidos aún no lo tengan en sus bibliotecas...Pero nada, ahí seguía. Intenté limpiarlo manualmente del registro pero está tan incrustado que eso hace que Windows se quede traspuesto y tuve que reparar la instalación, y ahí seguía el hijoputa. No puedo cargarme el proceso porque el mismo Windows directamente no me deja, al ser un archivo, dice el colega, crítico, sí, crítico para mis nervios. Encontré un programita muy simpático, creado por ese otro lado, por los magos blancos de la informática, os quiero, que sí que me permitía acabar con el proceso, pero la memoria del sistema se iba a tomar por culo...Sí, ya sé que esto se soluciona en un rato, formateando de nuevo y demás, pero es que ya es algo personal, hasta que no pueda más seguiré luchando, lo siento, soy así. Mientras tanto me solazo imaginando al creador del cabroncete en una habitación blanca, en una jeringa gigante que surge de un mecanismo camuflado en una de las paredes y le inocula un virus pero de verdad, el ébola sin ir mas lejos, en verle sangrar por todos sus poros e irse por la patabajo incesantemente, y finalmente verle morir retorciéndose entre infinitos dolores, chapoteando en una mezcla hecha de sus propios excrementos y su sangre, ufff, qué maravillosa fantasía, ¿estaré en ese 10%?
sábado, 17 de mayo de 2008
lunes, 12 de mayo de 2008
No lo sé...
Bien, superada esa crisis y teniendo más o menos claro lo que creo y dejo de creer, yo sigo haciéndome preguntas que no tienen demasiadas respuestas o quizás ninguna. No es algo que me torture, ni mucho menos, de hecho podría decir que casi nunca pienso en ellas (exceptuando otras que no caben en este entrada). Pero tenía ganas de escribir algo y ahí las pongo...
¿Por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿Qué hacen los espíritus ahí detrás, fotocopias?
¿Por qué cuando yo alquilé el piso, a mí no me dieron la canica que tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a partir de las doce de la noche?
¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?
¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?
¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos ponemos morenos en verano, que en cuanto lo vemos se lo decimos al de al lado? "Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj, pero no, jaja”
¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?
¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos o pintarse con rimel, abre la boca de esa manera tan extraña?
¿Y por que cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas? ¿Creemos que así un cuchillo no atraviesa la sábana?
¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver nuestra casa? "Mira, mira ahí, al lado de aquella torre...".
¿Por qué has mirado al techo al leer la tercera pregunta?
¿Por qué me pregunto si...?
Si tenéis alguna respuesta, pues se agradecerá. Y si no, no os preocupéis, ya que leáis esta chorrada ¡es de agradecer!
jueves, 8 de mayo de 2008
Esquizofrenia
Y como siempre, aún a riesgo de ser reiterativo, gracias. Por vuestro seguimiento, por la amabilidad con la que comentáis nuestras tonterías, por la participación, y por lo que eso hace que nos animemos y perdamos la vergüenza, así que seguiremos hacendo pamplinas. Al respecto tengo que comentaros que lo de Pocoyó es más grave de lo que pensábamos, en principio lo pillaron yendo una mijita más rápido de lo aconsejable por las afueras de L.A., pero por lo visto hay por ahí algún vídeo que lo involucra en temas más peliagudos, no está asimilando bien la fama aquí el amigo, de todos modos esperamos contar con él pronto para terminar la producción que tenemos pendiente, pagaremos lo que haga falta si le ponen fianza.
También habéis estado ahí en el asuntillo de meter algún minirrelato, parece que os gustan, allá vosotros, así que os seguiremos dando el coñazo, una vez tomada la senda trataremos de recorrerla lo más a menudo posible. Muchas, muchas gracias a todos los que han hecho comentarios en ellos, joer, to coloraos estamos aún, pero bueno, si demostráis vuestro pésimo gusto y absoluta orfandad de criterios diciendo que son buenos, os vais a hartar.
Más cositas...Lo de la música, pues que ya ves, lo que se nos ocurre y nos gusta, espero que coincidamos con vosotros, si no pues lo decís, que hay confianza coño, y pedís lo que queráis, total, con no ponerlo...Es coña, la idea es hacer un hueco para todos aquí. Ah, un tema, no ha ocurrido, pero en mi infinita clarividencia lo anticipo: ponemos los títulos sólo por pura vagancia, el o la (jo, qué políticamente correcto, la cofundadora estaría orgullosa) que tenga curiosidad por alguno de los grupos que lo pregunte también, son bastante conocidos en general, pero ahí queda la cuestión, yo la dejo encima de la mesa, que la recoja el o la (otra vez) que quiera.
Y ya acabo, que estoy un poco pesado, está quedando largo esto, ¿no?, se nota que estoy aburrido, y como todo el mundo sabe, el ocio es el padre de todos los vicios. No sé si alguien querrá decir algo, si es así, pues que deje aquí su mensaje. Sóis unos cracks, todos y todas, toma ya, si parezco la Bibi, no la travesti, sino la ministra, que ya le vale que la multen por aparcar mal el día de su investidura, sobre ésa sí que podríamos cotillear, pero esto no es el tomate, todavía...
martes, 6 de mayo de 2008
En penumbra
Kim se despierta y se levanta en penumbra, y no porque aún no haya salido el sol, sino porque no le gustan las lámparas, al menos no en el techo, que son limpios en su casa. A Kim no le gustan los toalleros, así que sus toallas cuelgan del pomo de la puerta del cuarto de baño. Kim no tiene suerte con las cafeteras, no desayuna en casa. Se viste a media luz, cubre su delgado cuerpo de memoria. Y ahí viene, casi tan tenue como el aire, pero perceptible. Kim vive sola, pero siente que no lo está. No le desagrada, pero le inquieta. Al menos por la mañana sólo le inquieta. Kim sale y deja la presencia en su casa, su ordenada y elegante casa en la que los visitantes notan enseguida que algo falta, pero en la que ella percibe que hay algo más. Sale a la calle tan ligera como su camisa de lino, apenas pisando el suelo. Piensa en Miguel, el hombre del que estuvo enamorada, sólido, pesado, apegado a la tierra, muy distinto a ella, siempre buscando la luz. Miguel pensaba al mirarla andar que en cualquier momento echaría a volar, y hasta que eso no ocurriera no podría ser feliz, pero creía que no lo hacía porque tenía miedo. No había encontrado a ningún pájaro que le diera una pluma mágica para que se lanzara. A Miguel le encantan las lámparas, la luz, preparar café en casa y hasta los toalleros. Miguel tenía la determinación pero no el don, nunca habría podido volar.
Kim va a la peluquería, desde que lleva el pelo largo se siente mejor, pero hay que pagar unas pequeñas servidumbres, y una de ellas es ir a ese lugar atestado de gente, tener que esperar, quedar en pausa durante unas horas sin poder dedicarlas a sí misma, apenas tiene tiempo, por lo que siente la pérdida de cada minuto, dolorosamente. Charla insustancial que trasluce miedos, la gente siempre tiene miedo, piensa mientras oye a las personas que la rodean hasta que puede irse, por fin, y continuar su recorrido. Kim no conduce, no le gusta, prefiere los trenes. Sí le gusta su familia, es apacible, a pesar de que son ruidosos, pero al menos son de verdad y no tienen miedo. Su madre le comenta una vez más que quizá esté demasiado delgada, sus sobrinas le arrancan promesas de regalos y sus cuñados son un poco pesados, pero es agradable, tanto como la paz de la sobremesa, se abandona, se duerme, casi sin tener cuidado de estropearse el peinado.
Kim sale a comprar algunas cosas, le gustan las barritas aromáticas, le dan solidez al aire, y así parece que ella misma lo es más, siente un poco más la gravedad y desaparece el vértigo, hoy tampoco quiere intentar aprender a batir las alas. En la tienda es aún más pesado, no es fácil respirar al principio, pero se siente bien. Elige algunos paquetes y ojea unos libros, lo que le recuerda que hace tiempo que no va a sus clases de bruja, como hubiera dicho Miguel. Tampoco le gustaba el incienso. Y sin embargo, a ella le gustaba él.
- Hola Rosa, cómo estás.
- Hola Kim, qué buen gusto tienes siempre – dijo la chica admirando la sencillez de su cliente, y su elegancia natural.
- Y tú qué agradable.
Se sonrieron, el dinero cambió de manos y ya estaba pensando en qué haría en casa esta noche cuando la chica comenzó a hablarle.
- Es curioso, lo observé cuando entraste, vi dos destellos que te acompañaban, pensé que eran unos reflejos, pero te han seguido mientras estabas mirando...
- Será la pulsera – y las dos miraron a una serie de pesados eslabones de plata que llevaba en la muñeca izquierda. Kim no lleva reloj, no le gustan, ni siquiera los entiende, para qué necesitaría alguien uno.
Kim volvió en tren. A medida que se acercaba a su destino se iba quedando cada vez más sola. Pensaba en el ritual de cada domingo. Hacer la maleta, abandonar la paz de su pequeño paraíso en penumbra, una larga semana de trabajo de hotel en hotel, el grupo de desconocidos que habían pagado para que ella les diera un paseo por la felicidad organizada. Pensó en lo cansada que estaba, en lo agradable que sería dormir mañana en su propia cama, en ese extraño olor que tienen siempre las sábanas de los hoteles, aunque estén limpias, en que debía dejarlo, sí, ganaría menos, pero sería más feliz. Sólo necesitaba un ancla que la mantuviera firme, era demasiado ligera para permanecer fija por sí misma. Y pensó en la chica de la tienda.
Kim entró en casa, se preparó un sandwitch pero apenas lo mordisqueó, no comía casi, mucho menos de lo necesario, y es que sencillamente no le hacía falta, salvo el chocolate. Con un trozo en la boca fue hacia el salón, encendió una lámpara de pié, y lo sintió, casi familiar, como la penumbra, la presencia había entrado con ella y se estaba acomodando. Pero de noche no era sólo inquietud lo que sentía. Encendió el televisor, ese enorme aparato que no veía nunca y que prácticamente le habían obligado a comprar, para qué, pensó ella en su momento, pero al final claudicó al pensar que ya había demasiadas ausencias que llamaban la atención en su casa. Lo hizo para atenuar la incertidumbre que le producía sentir que alguien estaba con ella. ¿Alguien? Eso parecía. Un intruso, un invasor, un extraño, allí con ella, contra ella. Lo único que sabía es que no lo quería allí, no en su casa, en su mundo, su pequeño universo apacible que sólo era suyo, en el que Miguel no quiso quedarse y este extraño está aquí, campando, observando, analizando, juzgando, quién era ese ser para resolver si su vida era adecuada.
- ¿Qué quieres? – se sorprendió hablando en voz alta.
Tenía frío, apagó el televisor, y notó cómo una piel suave y caliente rozaba su brazo.
- Déjame en paz, sal de mi casa, qué crees, que puedes pasearte por mi vida pretendiendo que te acepte sin más.
Recuperó la temperatura y se sintió profundamente cansada, pero continuó con su rutina, ni siquiera se dio cuenta de que había una ausencia más en aquel lugar. Comenzó a hacer la maleta y a preparar sus cosas. A la mañana siguiente tampoco notó que al salir, la estela de aire que produjo su pequeño cuerpo arrastró una pluma blanca debajo de la librería, lenta pero inexorablemente. Y dejó que la vida fuera entonces la que la arrastrara a ella a un nuevo día, un día igual, dando pequeños y ligeros pasos, parecía que en cualquier momento sus pies iban a despegarse del suelo, pero no lo hacían, y siguió tirando de su maleta hacia el taxi.
lunes, 5 de mayo de 2008
Arriba, abajo, al centro...
Todo esto iba porque me he puesto a reflexionar sobre cómo se pueden dar consejos útiles y realistas sin caer en el paternalismo (eso tan odiado, verdad?...sí, yo también pienso igual, gracias por hablar de ello). Y sobre el alcohol, pues se me han ocurrido tales ideas. Leedlo si os interesa y aún estáis en esa etapa en el que el día empieza a las 4 de la tarde, yo ya la olvidé...
1. Síntoma: Pies fríos y húmedos.
Causa: El vaso está siendo agarrado en ángulo incorrecto.
Solución: Gira el vaso hasta que la parte abierta quede hacia arriba.
2. Síntoma: Pies calientes y mojados.
Causa: Ya te measte.
Solución: Ve a secarte al baño más proximo.
3. Síntoma: La pared de enfrente está llena de luces.
Causa: Te has caído de espaldas.
Solución: Posiciona tu cuerpo a 90º con respecto al suelo.
4. Síntoma: Tu boca está llena de colillas de cigarros.
Causa: Te has caído de bruces sobre el cenicero.
Solución: Escupe todo y enjuágate la boca con un buen cubata.
5. Síntoma: El suelo está borroso.
Causa: Estás mirando a través de un vaso vacío.
Solución: Más de tu bebida favorita.
6. Síntoma: El suelo se está moviendo.
Causa: Estás siendo arrastrado.
Solución: Pregunta a dónde te llevan por lo menos.
7. Síntoma: Reflejo múltiple de caras mirándote desde el agua.
Causa: Estás en el inodoro, intentando vomitar.
Solución: Metete el dedo (en la garganta).
8. Síntoma: Oyes que la gente habla produciendo un misterioso eco.
Causa: Tienes el vaso en la oreja.
Solución: Deja de hacer el payaso.
9. Síntoma: La discoteca se mueve mucho, la gente viste de blanco y la música es muy repetitiva.
Causa: Estás en una ambulancia.
Solución: No moverse. Posible congestión alcohólica.
10. Síntoma: Te sorprendes que por fin has ligado con una tía, vestida curiosamente muy recatada y de azul pero con un consolador enorme en la mano.
Causa: Te ha detenido una policía por escándalo público y te está reduciendo con su porra.
Solución: Tienes derecho a guardar silencio.
11. Síntoma: Ese trozo de pizza que has robado te sabe cada vez más raro.
Causa: Te estás comiendo el cartón.
Solución: Termínatelo todo que ya tu estómago aguanta cualquier cosa.
12. Síntoma: Tu padre está muy raro y todos tus hermanos te miran con curiosidad.
Causa: Te has equivocado de casa.
Solución: Pregúnta si te pueden indicar por dónde queda la tuya.
13. Síntoma: Un enorme foco de luz de la discoteca te ciega la vista.
Causa: Estás en la calle tirado y ya es de día.
Solución: Café y una buena siesta.
De todos modos, siempre recordaré aquel remedio ansiolítico del Jack Daniels...casi todo es beneficioso, en su justa medida dicen, no?
viernes, 2 de mayo de 2008
jueves, 1 de mayo de 2008
Ratitos de realidad
No puedo poner esto, lo sé, y ella me lo hace ver, pero de todos modos el papel lo aguanta todo, incluso que yo me burle de esa manera de la mujer que está a nuestra izquierda.
La culpa de todo la tuvo el protector solar. Es aceite de limón, pero no huele a limón. Aconseja no pulverizar directamente sobre el rostro, puede provocar ceguera: por fin una razón no moral para no decir lo del bukkake. Me echa un chorrazo en la espalda para comprobar que no huele.
- Puedes leerlo, no es nada secreto.
- Ya, ya lo sé, si llevo todo el rato mirando de reojo.
- Ya me lo tiene que cambiar.
Es que le he corregido el orden de la frase con una flechita.
- Esto no es un sms.
También le corrijo una “q” solitaria.
- Po ya ves truz.
- ¡La mujer desactualizada!
Llevo todo el día dándole caña con la frasecita, se acordará de haberla dicho.
Empieza a llegar más gente a la playa. Me dice mientras escribo que va a echar una siestecita, yo miro a unos niños que se bañan pensando en la hora en que terminé de comer, porque me está empezando a apetecer meterme en el agua.
Encuentra debajo de uno de mis pechos un papel, un trozo de papel roto en el que unas palabras aparecen tachadas y sólo se visualiza “pastis”.
Me pregunta que cuál es la zona que vemos a lo lejos...
- Es Zahara...¿ves a lo lejos aquel farito en la esquina?.
- Si...
- Pues es la playa que tengo en algunas fotos de esas que puse de fondo en la pantalla y en el mesenger.
- Aaah...La playa de Zahara y el faro de los cohones (entonado con humor).
Se acercan unas monetas (pseudomonetas en este caso) a pedir crema, se están quemando. Mi reacción primera es pensar “¡anda y que os den por culo!...¡Fuera de aquí!”...pero seguro que a mi izquierda alguien podría andar pensando en el sentido más literal de la frase.
- Estoy hasta la polla de Iván Ferreiro
- Es que está espesito..tres canciones seguidas como mucho.
- Voy al agua...Tú te quedas, ¿no?
- Sí...Sí.
Un minuto o menos después...
- No he podido bañarme, demasiado helada.
- ¿No te has mojado ni la polla?
- ¡Qué va! Tendré que bañarme cuando me entren ganas de mear.
miércoles, 30 de abril de 2008
Joder con lo de Pajares
Y pensaba en que qué hago yo escribiendo de Pajares, del morbo, del tirolés ese, pero después de leer los últimos comentarios de la anterior entrada, y de alguna predecesora, veo que hay un interés por parte de los amiguetes por indagar en la relación que hay entre los cofundadores, le sacáis punta a todos joíos, como para mantener aquí un secreto. Pues os vais a quedar con las ganas, primero porque sí, y segundo porque me encanta leer vuestras especulaciones, porque lejos del morbo que se describe arriba se desprende en general un buen rollito que envuelve todo este blog y que en su mayor parte habéis creado vosotros. Así que si queréis podemos hacer apuestas, yo hago de Banca eh. Y sobre todo pensaba, hablando de bancos, que si mañana me da por atracar uno ya sé lo que tengo que hacer para que no me reconozcan, pedazo de bigote, gorra, pistola del todo a 100, y al final igual hasta me convierto en un personaje y termino saliendo en la tele gritando eso de “soy el solitariooooo, soy el solitariooooo”, que vaya personaje también. Iré pensando quién quiero que haga de mí en la peli, pero qué digo, ya lo tengo claro, por supuesto sería Pocoyó.
martes, 29 de abril de 2008
Medir el tiempo
Me sirvió fielmente durante años, hasta que un día en la playa, tras ponerle cremita en la espalda a una chica, me di cuenta de que estaba borroso, pensé que era la crema, pero al limpiarlo seguía empañado, le había entrado agua, Dios, me sentí defraudado, traicionado, herido, no sé si alguna vez me han puesto los cuernos, pero creo que la sensación sería la misma. Tomé la determinación de que no me volviera a pasar, y pensando también en que podría ahorrarme tener que cambiar también la correa cada cierto tiempo, pillé un Festina, también suizo, sumergible a un montón de metros más, bastante parecido al anterior en lo básico, salvo que era más resistente y con armís también de acero.
Andaba yo contento en realidad con mi reloj, ya con mi plena confianza, hasta que pensé en mi clarividencia y sagacidad, ¿cuál puede ser el siguiente paso?, pues liberarme de la esclavitud de las pilas, es decir, hacerme con un reloj automático. Pensé en un Rolex Submariner, el reloj que probablemente más me gusta, pero también caí en la cuenta de que, salvo que me tocara alguna vez una primitiva, difícilmente podría acceder a uno, así que sopesé otras posibilidades, y hete aquí que encontré un reloj que estéticamente se parecía mucho al Rolex, tanto que también es comúnmente conocido como Submariner, y también automático, pero era un Seiko, japonés, así que no me convencía del todo. Me informé un poco y resulta que esa marca en concreto es bastante apreciada por su calidad, sobre todo en los automáticos, de hecho el modelo predecesor del que yo vi era un reloj que hicieron famoso los soldados americanos en la guerra de Vietnam, que se dieron cuenta de su dureza y calidad y se los llevaban en cuanto podían tener un permiso en Japón. Y el rollo de que el mecanismo tiene 21 rubíes ya me terminó de ganar. Luego estaba el tema del precio, que seguía siendo bastante caro, la verdad, en concreto más de 300 eurillos, era para pensárselo, pero esas cosas que pasan, resulta que pude acceder a un chollete que me permitió pillarlo por bastante menos, así que nada, no se puede luchar contra el destino, de manera que ahora está en mi muñeca. ¿Será mi último reloj? Yo creo que sí, tiene lo que necesito para serle fiel, pero quién sabe... Por cierto, ha sido bautizado como "Sekito" por cierta persona que tuvo bastante que ver con su adquisición y que no anda muy lejos de aquí, así que presentado queda, lo prometido es deuda, o eso dicen.