domingo, 26 de octubre de 2008

Los domingueros

Una hora más en la noche y todo cambia...por primera vez esta mañana me he despertado sin que ese monótono sonido de mi Nokia N70 (por cierto, no os lo compréis, la cámara es lo único decente que tiene) me recuerde que debo volver a la realidad. Abro los ojos: las 9 de la mañana...qué dia era...domingo???????????? y ayer salí...Dios mío...o me estoy haciendo mayor, que también, o es que esto del cambio horario es cierto que afecta.
Recuerdo cuando era adolescente y pseudomayor, salía los sábados y cuando me enteraba de que se adelantaba una hora...era feliz...perder una hora y librarme de aguantar la misma música, el mismo bar y los mismos seres inertes...Y cuando se retrasaba la hora, pues me negaba a cambiar el reloj.
Sí, la típica edad en la que tu criterio es el del grupo...ahora me pregunto qué extraña fuerza interior me impedía levantarme y decir, sin mirar qué hora era, “adios a todos”.Echar la vista atrás y casi ni reconocerte.
Y ahora es la una de la tarde y tengo un hambre atroz...que se ahorra energía???...no se...yo llevo en el mundo desde altas horas tempraneras, acabo usando aparatos que suelo encender a las dos de la tarde, como más que nunca porque el hambre también se adelanta una hora. Para hacer tiempo a este día largo, me voy a comprar el periódico, la Quo y enciendo el ordenador....Así que me da a mí que el ahorro será para los grandes de España, como siempre.
Y hablando de grande...os dejo...me espera un enooooooooorme plato de patatas fritas con huevo revuelto...a comer sin atrasos.

jueves, 16 de octubre de 2008

Van cayendo poquito a poco...

Ahí os dejamos una muestra de lo que vamos cazando por esos mares procelosos del BT, bandera negra al aire, como por ejemplo el último de Unearth, The March, una muy buena banda de metalcore, de lo mejorcito junto con mis amados Devildriver...Una curiosidad, pero a la que merece la pena dedicar unos minutillos de nuestras tristes y grises vidas: The Human Abstract, concretamente del Midheaven, que no sé si es el único, pero sí su último disco, ya investigaré cuando esté más aburrido, porque unos minutillos sí, pero vamos, una tarde tampoco...Y, como a mí me gusta, lo mejor para el final, por fin Machine Head ha sacado disquillo, una recopilación de coplas en las que cantan por gente variopinta pero siempre interesante, los que para mí son en este momento los putos amos del metal sueltan versiones ya conocidas, como la acojonante del Battery o esa versión brutal que hace llorar esmorecío del Hallowed Be The Name, y otras que al menos yo no conocía, como alguna de Nirvana, impresionante, indescriptible, tan simple como que se llama Covers y tan grandioso como que siguen siendo los mejores. Hablando de Iron Maiden, hace ya un tiempo que salió un disquito la mar de interesante, Maiden Heaven, un tributo a los culpables del gusto metalero de casi todos nosotros y que está de puta madre, la verdad, tan sólo un pero: ¡no está Aces High! Joer...De todo ello hay muestras ahí por la derecha, en el reproductor, sé que debería poner los nombres de los grupos, pero me da pereza, la verdad, un año de éstos, lo prometo. Ala, a abrirse de oídos, besitos...

miércoles, 15 de octubre de 2008

Lo que la vocación esconde...


Vale, vale...ya es hora de que deje a un lado lo políticamente correcto. Si hace años me preguntas por qué trabajo en lo que trabajo te diría esa gran frase hecha: es mi vocación, educar, enseñar, servir a la sociedad....Ahora no digo lo contrario, pero en el fondo, si recapacito sobre ese puntillo de mala leche, de ironía, de cinismo que tanto admiro y tanto me atrae...podríamos afirmar que en realidad me gusta más mi trabajo por todo lo satisfecha que me hace sentir con mi propia vida (al menos en las necesidades básicas).
Ver las miserias ajenas, familias de película (en el peor de los sentidos), casos extremos o gente sin luz al final ni túnel...me hace apreciar más mi trabajo...sobre todo aquel momento sobre las 15.15 de la tarde en el que comprueba que dispongo de un cómodo sofá, un té con hielo y una música relajante (y no clásica precisamente)...y casi sin esfuerzo...esta es la verdadera vocación.




Nota: sí, admito que hoy estoy un poco cabronceta, jejeje.

jueves, 9 de octubre de 2008

La curiosidad, me mató...

En mi despacho (uf, si, qué serio suena, eh?...increíblemente tengo un habitáculo que se hace llamar despacho o cueva fría, poco acogedora...). Como iba diciendo, en mi despacho hoy se ha estropeado la conexión, empezamos bien...y todo el trabajo pendiente debo hacerlo con la computadora, si: com-puta-dora!!. Me tuve que buscar la vida, por una vez, mi sentido de la responsabilidad laboral era más grande que la pereza.
Alternativa: el ordenador de un despacho colindante...Terminé el trabajo muy rápido, bajo presión actúo bien. Y me acordé que en el google de mi portátil cuando pones una letra en el cuadro de búsqueda, aparecen todas las entradas que se ha hecho comenzando por dicha letra..Sí, admito que mi punto morboso, me hizo querer descubrir qué buscaban mis compañeros de despacho de ordenador (obviando las manidas páginas erótico-festivas, porque esas ya me las sé). Y como una pequeña friki, hasta las apunte...aquí tenéis un muestrario...



cinco inventos que hayan sido a fabor de la humanidad. Seguro que los correctores ortográficos son uno de ellos.
como aprender francés de primero de eso en un día. Pásame el número si lo encuentras.
como descubrir una clonación. Puede que con un análisis de ADN
Cuál fue la especie que se invento primero. ¿Adán y Eva?
cuando nos vamos a morir todos. Sin comentarios...
discursos entrañables para alguien que se casa.
fondo de pantalla me voy Venga, deprisa deprisa.
fondo pantalla culos Otra vez, sin comentarios.
homosapiens cuando aparecieron y cuando desaparecieron. Este tenía una importante crisis de identidad.
nos vamos a morir con esto del big bang .Que eso ya fue hace tiempo!
todos nos vamos a morir el 10 septiembre 2028. Y dale con pensar que google es futurólogo.
en q año apareció el agua. Creo que por entonces el concepto “año” no había sido inventado

Da miedo, ¿¿verdad??...

sábado, 4 de octubre de 2008

domingo, 28 de septiembre de 2008

Siempre es el nuestro

No sé por qué, pero siempre es mi tren el que tiene que esperar a que pase el que viene en sentido contrario, da igual que vaya en un cercanias, un regional, mis odiados regionales, o en un talgo, no es cuestión de categoría, sino de que te sientas abandonado por Dios, detenido en alguna extraña estación en la que nunca has bajado ni putas ganas de hacerlo, esperando, preguntándote una vez más qué tendrán los otros trenes para no tener que parar, y llegando a la inevitable sensación de que es obvio: no vas tú. Durante un interminable rato el tabú de mirar a los otros pasajeros se rompe para encontrar decenas de espejos en los que ves reflejada tu cara de gilipollas abandonado, como un perrito arañando las puertas de una casa en la que vive un tipo al que no le gustan nada los animales. Ni siquiera bajas a fumar, no sea que se vayan sin ti, que eso sí que estaría bien, sería el remate ideal para el día perfecto, qué tarde has llegado, sí, es que me bajé a fumar en Las Aletas y el tren se fué, joer, si es que hasta el nombre de la estación es ridículo. Así que na, terminas autoconvenciéndote de que es hasta necesaria la paradita, que el día ha sido duro y te vienen bien unos minutos de la nada más absoluta, hasta casi te molesta cuando de pronto suena el pipipí y el tren se pone en marcha. Poco más o menos es lo que ha pasado por aquí, pero parece que las puertas se han cerrado y esto empieza a rodar, poquito a poco, ha sido un parón larguillo, más de lo deseado, y supongo que habrá quien se haya bajado, pero bueno, es lógico.

Así que ahí vamos, empezando a escribir un poquito, metiendo unas coplillas nuevas, pero nuevas eh, recién salidas, como pedía el otro, que aún están calentitos los discos de los sorprendentes gabachos Gojira, mis adorados Trivium, los eternos Metallica y los gamberros de Dogma Crew. Estamos en ello, luchando contra un año más en el que algunas cosas muy buenas sí que han pasado, en serio, y volviendo a meter la cabeza en esto, esperemos que vayáis acabando el cigarrito y os volváis a subir a este tren, que por supuesto, como no podría ser de otra manera, siempre es el que se para.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Para volver

Sí...ha pasado tiempo...bastante...o quizás no...quizás la dimensión espacio-temporal que utilizo como sistema de defensa hace que lo vea todo demasiado cercano, demasiado palpable...y tan lejos a la vez.
Pero aquí estamos. Muchas novedades, pocas emociones...ya casi nada nos sorprende...ya casi todo está inventado. Volver a una espiral de la que nunca quisimos salir y de la que nos lanzaron fuera, contra la pared sin lugar a opinión. Volver a subir un escalón que resulta tan alto, tan pesado pero sabiendo que no lo volverás a bajar.
Empezar de cero en aquel lugar que tan bien conozco, que tanto me dio y me quitó, que tanto me hizo madurar y ser niña a la vez.
Empezar y no acabar. Di tanto para bien y para mal, que ahora me siento vacía, sin fuerzas, sin ganas y con toda la energía del mundo guardada. Quizás explote o tal vez vuelva a ser yo...queda poco o queda mucho...pero queda...entre tanto, he vuelto, hemos vuelto...y esto es sólo el comienzo.
Gracias si volvéis a posar vuestro inestimable interés en este blog...

domingo, 31 de agosto de 2008

Sopa de Testudines

Hace tiempo, hablé de las contradicciones, muy dadas en mí y en las ocurrencias de prácticamente todas las facetas de mi vida. Para qué nos vamos a engañar, no es nada original, seguramente todos nos definamos de alguna manera como “contradictorios”. Supongo que es uno de los caminos más fáciles para tranquilizar nuestra conciencia o redimir de alguna manera los malos actos de nuestros actos. Para explicar todo esto, recuerdo que utilicé una historia, una leyenda (sólo hay que visitar el historial de entradas, que por cierto, los cofundadores os invita a hacerlo si hay algunas ya muy lejanas que os llamen la atención).
Y pensando en lo contradictoria que me encuentro (tú ya lo sabes bien, es ya para ti un clásico oírmelo jeje)...también he pensado en las paradojas. La paradoja es "una declaración en apariencia verdadera que conlleva a una auto-contradicción lógica o a una situación que contradice el sentido común". Vamos, que de la contradicción a la paradoja, sólo hay un paso...Y esto me recuerda a otra leyenda que lo explica muy bien y que me resulta familiar...ahí va:


PARADOJA DEL TESORO

Le dijo el estafador a su víctima que podría recoger el tesoro prometido en un cierto lugar en la noche de San Juan a condición de que mientras cavase no pensase en un cocodrilo blanco, porque en tal caso el tesoro desaparecería.Evidentemente nunca consiguió el tesoro.


Y así ando yo... que por mucho que digo “no, no pienses demasiado en ese cocodrilo blanco”... ahí está... y para colmo el resto se empeñan en recordármelo!! Se presentan como lagartijas, camaleones...y una “cocodrilo blanco, cocodrilo blanco”....

Iba pensando todo esto mientras paseaba por la calle (luego tendré la cara de responder cuando me preguntan en qué pensaba que “en nada”) cuando me dio por observar un kiosco de revistas y vi un chaval jovencito, con bigote de "ya te toca afeitarte chaval" y haciendo ver que miraba las revistas de informática cuando en realidad le estaba echando un vistazo a la Interviú. Lo he visto y he pensado, tiene pinta de friki. No sé por qué, me ha venido eso a la mente.
Justo después, me ha venido el refrán: "Las apariencias engañan". Y es cierto, no hay que juzgar a la gente por lo que parecen. Pero es que justo después me ha venido otro refrán a la mente: "La cara es el espejo del alma". Coño, ¿en qué quedamos? ¡Cómo se contradicen tanto dos refranes! Entonces me he parado a pensar que en realidad los refranes no sirven para nada.
Otro ejemplo es: “Al que madruga Dios le ayuda". Lo que quiere decir que hay que despertarse temprano para que la suerte nos acompañe. Sí, hay otro que dice: "No por mucho madrugar, amanece más temprano". Ya estamos otra vez, el refrán viene a decirnos que no hay que madrugar tanto que no se acaba el mundo. ¿Con cual me quedo? Casi que con el segundo que descansas más...

Y seguidamente me he puesto a pensar que qué culpa tendrá el chaval del interviú de que yo intente dejar de ver al cocodrilo blanco y me invente una chorrada sobre refranes... quizás le debería haber recomendado algunas webs para que se ahorre unos cuantos euros, que de eso ya sabemos mucho... ¡bendito internet!...vaya, otra contradicción.

sábado, 23 de agosto de 2008

The day that never comes

Por fin primer single del nuevo disco de Metallica, sí, sí, decid lo que queráis, que son unos putos vendíos, una caricatura de sí mismos, bla, bla, bla, pero a mí me siguen emocionando estas cosas, y en septiembre, el disquito...Esso cuenno!!!

martes, 19 de agosto de 2008

Los tanques son para el verano

Mientras para la mayoría agosto transcurre perezoso, entre días largos y calurosos, la inquietud ante el fin de las vacaciones y el temor a que no te quede para una cervecita más, el mundo parece que ha escogido estas fechas para divertirse un poco a su manera brutal, salvaje, tan humana…Putin ya estaba aburrido de jugar a invadir Georgia en el ordenador y mandó a los suyos de excursión, con la misma vieja excusa que usaron los alemanes en los años 30 para hacerse con Centroeuropa, qué poco originales somos, los talibanes se hacen fuertes y plantean combate abierto a los esforzados soldados de la Coalición por la Libertad, también muy original todo, eso sí que suena a videojuego, uno de esos plagios espaciales del Age Of Empires. Aquí, pues ya sabéis, lo de siempre pero peor, la no crisis avanza y así entre tú y yo, pa mí que va a durar unos añitos, cada vez más paro, en mi empresa, vamos, para la que trabajo, acaban de despedir a 196, así, como el que no quiere la cosa, a tomar por culo, y todavía el dueño va por ahí dando lecciones de empresario modelo, hay que joderse. Los fabricantes de cerveza se quejan de que ha bajado el consumo, a pesar de mis denodados esfuerzos, es que no somos nadie, y menos ahora con la puta moda del tintito de verano, dónde vamos a parar. Hay unas Olimpiadas en un país que es un auténtico ejemplo de paz, armonía y respeto por los derechos humanos, y en el gran año del deporte español se espera batir el record de medallas de Barcelona, aunque tengan que durar hasta noviembre. Pocoyó la verdad es que anda un poco perdido, al menos no se ha visto implicado en ninguno de los escándalos de menores de estos meses, así que en principio todo va bien, el resto de la cinematografía mundial muy mal tío, hasta las putas dicen en el telediario que están de oferta estos días, lo que me recuerda a mi abuela, que no es que fuera puta, sino que cuando yo era niño y estaba la cosa regular, decía eso de “está la putería fina…”, pero era tan buena que siempre me daba mi durito para comprar esos sobrecitos de soldados de plástico que tanto me gustaban, como a Putin, mira…

En total, que otro verano más o menos como siempre, igual de mierda que el resto del año, pero como que todo va más lento, y nos da un poco más igual, el cabreo monumental vendrá en unos días, cuando además de todas estas tonterías tengamos que empezar a levantarnos temprano, ganarnos el patético sueldo con el sudor de nuestra frente, espalda, culo, o lo que haga falta, y encima empezará la liga, otro añito en segunda Dios. Pero no todo va a ser sufrir en este valle de lágrimas, en otoño sale lo nuevo de Trivium, llega el fresquito, la gente como que se lo piensa más para matarse alegremente, la Navidad está más cerquita y sobre todo nos daremos cuenta de que mejor esa camisa no nos la ponemos porque como nos sentemos el botón de la altura del ombligo se va a por tabaco, joer, si es que me habéis dejado solo ahí defendiéndome de los tanques, pero de cervecita, ala, iros todos a tomar…tinto de verano.

martes, 5 de agosto de 2008

POR TI, siempre y para mañana...


Fuerza, valor y honor...mi piruleta

martes, 29 de julio de 2008

207 mutantes

- ¡Vamos! No te pares ahora... no sería justo para los dos que renunciaras a todo después de tanta lucha.
- Lo sé... pero estoy cansada... estamos huyendo constantemente... las ratas-mutantes no dejan de reproducirse, de destruir cada ser vivo y convertirlos en uno de ellos. ¿Qué vamos a hacer? Tarde o temprano nos atraparán o, con suerte, decidiremos matarnos en un gesto de valentía cobarde.
- Estoy contigo en esto, ¿vale? En esto y en todo lo demás... pase lo que pase, no sueltes mi mano.

Andaban escondidos en un callejón, en la penumbra que da una luz ámbar bajo la luna. Se sorprendían cómo les preocupaba la destrucción de la humanidad, esa que tantas veces solían despreciar y que otras tantas jugaban a no pertenecer.
Sin explicación alguna para ellos, las ratas-mutantes habían decidido adquirir cómplices para dominar la ciudad. Cómplices obligados. Con un solo mordisco, cualquiera que pasara por allí aumentaría su talla 93 centímetros más. Su piel se tornaría a una oscuridad grisácea unida a un vello largo, duro y de tacto repelente. La cabeza mostraría qué animal llevarían dentro: la rata. Y lo peor: unas ansías de morder, de destruir y de demostrar que ellos dominarían el mundo.

- Me has convencido. Dame un beso. Te quiero. Y aunque te conviertas en una rata... te seguiré queriendo. Lo sabes. Lo sé.
- Sabes que no soy tan expresivo como tú... pero ¿qué te crees?, ¿Que no he huido de esta ciudad sólo porque estoy aburrido?...¿dónde estoy? Contigo, siempre contigo. Te quiero. Y ahora vámonos... debemos de salir de aquí.

Y corrían como nunca lo habían hecho jamás, literalmente. Encontraron dos bicicletas arrinconadas en el quicio de una casapuerta. Se miraron. “Imposible, aprender a usar estos cacharros nos mataría de verdad”, se dijeron con las miradas. Y siguieron corriendo. De vez en cuando miraban a izquierda y derecha en los huecos de los callejones oscuros. Veían escenas repugnantes: las ratas-mutantes necesitaban más cómplices y ante la falta de víctimas, decidían practicar sexo una y otra vez. La parte más humana de las ratas haría que proliferaran muchas más.
Él se paró. Necesitaba respirar. Estaba mareado. Le dolía la espalda... pensaba lo bien que estaría sintiendo las manos de ella como una masajista mientras oían de fondo aquella canción de Blues que consiguió que fuera la banda sonora de muchos encuentros... Levantó la vista y se percató que ella estaba hablando con dos mujeres vestidas de blanco.

- Si queréis evitar el mordisco de las ratas-mutantes debéis formar parte de la Hermandad Hedonista.
- ¿Hermandad Hedonista? Preguntó ella con su típica cara de despiste.
- Sí. Las ratas rechazan mordernos, no se pueden acercar. El único requisito es que os entreguéis a la belleza corporal, a cultivar el físico, el cuerpo. Evitaréis grandes problemas. La mente, poco a poco, se anulará pero seréis más felices. Ni las ratas ni los problemas os atacarán. Y ni siquiera vosotros mismos os llegaréis a reconocer. Sólo estará vuestro cuerpo y vuestra Hermandad.

Ella dudó... nunca le había gustado pertenecer a grupos y mucho menos a uno así. Él se sorprendió pensando lo mismo que ella...”qué haríamos sin tantas cosas que nos gusta, que nos gustan”.

Él la miró fijamente y pronunció las palabras que los ojos de ella pedían: “No, vámonos, lo conseguiremos... y si no es así, al menos moriremos haciendo algo que nos encante, que nos guste...pero lo viviremos, lo compartiremos. La mente es el mejor tesoro que nos queda, cariño”.

Y siguieron corriendo dejando atrás aquellas extrañas personas de blanco... esas sí que les habían dado miedo de verdad.

lunes, 21 de julio de 2008

Sardinas asadas (y papitas aliñás)

No me gustan los visionarios, los adivinos. No me creo nada de los echadores de cartas ni de los horóscopos del diario. El futuro me puede resultar inquietante como a cualquier persona, pero creo que no tanto como para pagar para que alguien me diga lo bien o mal que me va a ir de aquí a diez años.
Sí conté hace tiempo el detalle sobre los presentimientos de mi madre según sueñe con agua clara o agua limpia (un caballo blanco...un caballo negro..jorrr...sin coments...). Y aunque incrédula, ahí sigue cumpliendo la regla. Hace poco volví al hogar materno y comenzó la limpieza de verano (es que hay miles de cosas de temporada: momias, fruta, cojitas,...). Una de los objetos a limpiar fue el ordenador de mesa: bye-bye!! Supuestamente iba a fusionarse con otro igual pero no sé aún cómo resultará el experimento. Y con ese afán de limpieza veraniega encontré un documento que escribí para usarlo en mi trabajo en el 2006. Y me sorprendí a mí misma como una visionaria de la economía del país (qué horrooooooooor). Aquí adjunto el susodicho escrito:

Los españoles se han convertidos en unos nuevos ricos. Se han vuelto pedantes, estúpidos, snobs e insoportables. Nos resistimos a ver lo que antes éramos, y también a todo aquel que nos lo recuerde. No aguantamos ninguna clase de contrariedad, y tenemos miedo de todo lo que pueda alterar nuestro estatus. Se habla por ahí del "milagro español", de lo mucho que ha crecido el país en apenas 30 años. En efecto, debe ser un milagro, porque algo tan "espectacular" no se logra tan rápidamente. El esfuerzo, el verdadero esfuerzo, no se recompensa tan fácilmente (aunque me temo que en eso seguimos siendo muy españoles, nos ponemos la medalla del trabajo que los fondos de cohesión europeos han hecho). A no ser que la cosa no sea tan espectacular y la cosa sea más bien ficticia. Más que milagro, habría que llamarlo "burbuja española". Algún día explotará. Pero mientras, tanto, en esa actitud tan de nuevos ricos, sigamos viviendo el presente, dilapidando la riqueza caída del cielo.

Y ahora...¿de qué se habla dos años después? De la crisis...siiii, con todas las letras:
C – R - I -S – I - S...ya no se habla de otra cosa. Hasta en los chiringuitos de verano puedes oír la palabrita. Las sardinas asadas se aburren en la hoguera esperando que alguien las compre (que por cierto, que pestazzzzo con el humo a las 3 de la tarde, joder). Ya los mirones de playa ni miran a las chicas en topless, están más preocupados de contar los céntimos que le quedan en la cartera para invitar a un refresquito para dos. Aunque para todo hay una excepción: ese 25% de la encuesta...ahí es nada! Siguen miroteando. Otro tanto, disimula y un nada despreciable 20% se muestra como público femenino del blog (por favor, dejemos las tesis y teorías pasadas,jejeje). Y gracias, gracias, gracias de nuevo por tanto voto y tanta participación.
Pues vale, lo admitimos, crisis o no, en el fondo todos tendremos un punto morboso, curioso que nos hace mirar con o sin disimulo todo aquello que se sale de lo normal. Pero realmente para mí lo OBVIO es lo que tiene más encanto.

martes, 15 de julio de 2008

Brácularr II

Al irse la cogimos un poco mejor, pero no en toda su grandeza...

Brácularr I

Lástima que no pudiéramos pillarla de frente, pero os prometemos:

1. Que era una mujer.

2. Que era la prima de Brácularr, por la groria de mi madrerr.

sábado, 12 de julio de 2008

The doorrrrrrr

Cuando das un paseo por el mismo recorrido ya cotidiano para ti, supuestamente nada te llamará la atención. Pero si dos personas con características distintas pero similares, se juntan para observar la realidad... puede que dicho paseo se convierta en toda una novedad.
Después de llegar a sabias conclusiones sobre semáforos para ciegos, pasamos a la observación de un curioso cartel, del que adjuntamos la fotografía:






No hay palabras. Mirada, carcajada y un mismo pensamiento: joder, si es que lo teníamos que ver nosotros!. Dicho escrito nos hizo pensar que si una tienda de diseño interior, muebles minimalistas y toda clase de pijadas que se les ocurra, tiene que llegar a poner un cartel con dicho mensaje... es que realmente no ha pasado una vez. Nos imaginamos cada cliente en plan bruto “esta puerta la abro yo como sea”, metiendo las manos e intento empujar hacia delante o hacia los lados...y la pobre dependienta horrorizada como si tuviera delante al mismísimo protagonista de “No es país para viejunos” (muy buena peli, por cierto).
Pero llegados a este punto pensamos: “¿por qué tenemos que dar por hecho en el catetismo o brutalidad de los clientes que intentan entrar en la tienda?”. Siempre en estos casos, tenemos la tendencia a echarle la culpa a la torpeza humana... ¿es que la máquina no falla nunca?. Quizás el problema radica en que la puerta es insoportablemente lenta en abrirse. Puede que tarde, por ejemplo, 1 minuto y 45 segundos, lentísimos segundos, en abrirse... y la gente acabe desesperándose y pensando que está en un error y que hay que abrirla. ¿No ha pensado el buen encargado de la tienda en arreglar el temporizador o sensor de la puerta, en lugar de poner un cartel en el que te deja caer, así por lo bajini, que es usted un bruto y un desalmado rompedor de puertas?.
Nos volvimos a mirar y casi al unísono pensamos y dijimos: “joder, no, otra idea para una entrada”.

martes, 8 de julio de 2008

Casi que mejor no estar en la lista

Los que habéis seguido el blog desde el principio conocéis el interés que suscitan en mí los semáforos, sobre todo los de hobbits, pero hoy me he encontrado con un elemento ya casi olvidado por el desuso y que se está reimplantando, y son aquellos que disponen de señales sonoras para invidentes. Un bip bip más o menos cadencioso acompaña a la luz verde para los peatones, me parecía mucho más interesante aquello del “Pase ahora...Pase ahora...Pase ahora” de Blade Runner, era un poco más “amigable”, esa odiosa palabra que se ha puesto de moda para describir ese concepto que antes llamábamos comodidad, o afrancesadamente, confort, a la hora de usar los objetos. Andaba con una amiga por una de las escasas avenidas de mi pequeña ciudad sureña, vamos, Cádiz, para el que aún no lo sepa, y empecé a oír uno. Nos miramos incrédulos. ¿Otra vez? Vamos a ver, le dije, yo soy ciego, ¿vale?, también tendría que ser puta casualidad que me encontrara justo a la altura del semáforo para saber que puedo pasar. Inútil. Como los abrefáciles, otra de mis obsesiones, profusamente documentada asimismo aquí. Nos llevamos un rato hablando sobre la locura que podría suponer una ciudad llena de avisos sonoros de ese tipo, imagina, uno además para saber que justo ahí hay un semáforo, sí, de hobbit por favor, y salgo a la altura de un punto intermedio entre dos semáforos, ¿hacia cuál voy?, ¿y si además me desorienta un aviso de la misma naturaleza proveniente de enfrente, o de la calle de al lado, o de la de atrás? Una desoladora imagen de gente chocando indiscriminadamente me hizo pensar en que espero que a cierta ministra de igualdad no se le ocurran estas cosas, aunque ahora está ocupada en labores más filológicas afortunadamente. Y sí hijo, también es de Cádiz, al menos no podré ser acusado de trato de favor por paisanaje.

Total, y en fin, y pues ya ves, y cualquier otra fórmula de continuidad que se os ocurra, que nos empeñamos en hacer los objetos y los lugares más amigables, y resulta que hace un par de noches me acerco a un lugar de moda para tomar una copichuela, y en la puerta había seis matones seis, de la ganadería de Vitorino Esteroide, impresionante, las dimensiones del lugar deben ser propias de una ceremonia del III Reich pensé, pero qué va, normalito, tirando a coqueto, con apenas tres camareras en la barra y una cosa pizpireta y someramente vestida que iba de aquí a allá, más saltimbanqui que mesera. Buscando alguna razón para tal despliegue, miré el mobiliario, quizás piezas únicas de diseñadores de renombre, o de materiales nobles dignos del despacho de un dictador africano, pero no, de lo más convencional. Ya está, la clientela debe estar formada por exconvictos, hooligans, miembros de psicópatas anónimos, joder, casi mejor me voy, pero a mi alrededor sólo había mucha niña mona y bastantes pijos, que como no se pongan a tirarse de los pelos o lanzarse las visas ahí a mala leche, de canto a la cara, no me parecían dignos de un gran temor. Sólo quedaba una posibilidad lógica: los seres humanos despreciables sin dinero ni físico de revista son inmediatamente detectados por el pequeño ejército y amablemente invitados a proseguir su camino, pero entonces yo no hubiera entrado. Y entonces lo único que se me ocurrió es que simplemente se trata de acojonar, es una barrera psicológica de entrada, de hacer que te sientas pequeñito y estés ahí sin dar demasiado por culo. Qué mundo más extraño y menos amigable éste, en el que un establecimiento comercial usa como argumento de ventas acojonar a sus clientes, qué raro es todo y qué mayor estoy yo que algo así me da más pena que otra cosa. Lástima que los servicios no tuvieran avisos sonoros, “Mee ahora...Mee ahora...Mee ahora”.

lunes, 7 de julio de 2008

Acerca de una niña

Sé que vienes a por mí, aquí estoy, soy culpable, lo sé, no voy a defenderme, confeso y convicto, soy el que más necesita mi castigo. He recorrido sendas de luz y las he convertido en túneles de oscuridad, me he cruzado con seres inocentes y les he enseñado lo que es el dolor, no me arrepiento, nunca prometí la felicidad, pero sé que es un delito, malograr lo bello, es terrible, sacrílego, imperdonable, quizás lo único imperdonable. Nadie vino a juzgarme, nadie me persiguió, salvo yo mismo. Porque no se puede tomar limonada al borde del río y permanecer impasible mientras pasan los cadáveres, al menos no eternamente. Así me lo hiciste ver cuando vertiste el whisky sobre mis zapatos de lona, aquella noche en la que tu llanto me dolió y empecé a ver los cuerpos arrastrados por la corriente, y no quise que el tuyo fuera uno más. Hasta entonces tú solías sonreír, como un payaso esclavo de su maquillaje, aunque la tristeza fuera tu alimento y tu hambre. Llora, y lloro contigo, por ti, por mí, por los muertos y los vivos, por la luz y la oscuridad, por lo profundo y lo vano, por las mujeres araña y los monos locos, por la victoria y la derrota, siempre la derrota, siempre yo. Egoísmo. Profundo y definitivo. Nada más. Es como soy y es lo que soy, en lo que me he ido convirtiendo, lo que se ha creado en mí, hasta que llegaste tú, y soy capaz de llorar contigo, y ésa es mi condena, que me hayas hecho ver cristalinamente lo que soy y como soy, lo que no era y como no era. Y quiero volver a ser. Está ahí, creo, lo veo cuando reconozco los pies de mi padre al final de mis piernas, eso no puede ser mentira, y en todo caso tú no lo eres. Quizá limpies mi alma, me redimas como el fuego que acaba con los demonios, y si ardo con él no tendrá excesiva importancia, excepto para ti, siempre tú, una excelente razón para sobrevivir y volver a ser, para que el río baje de nuevo tranquilo y los niños puedan jugar en la rivera, con madres confiadas que preparan limonada y secan sus manos bronceadas en paños de cuadros, para que fluya hacia donde debe ir llevando lo que debe llevar, y no lo que los monstruos arrojan a él.

sábado, 5 de julio de 2008

Ar caraho...

No soporto tener una sensación de inquietud, de no estar a gusto del todo. Es una sensación que durante muchos años me ha acompañado, que me sigue acompañando. Y necesito escapar. El destino elegido no tiene nombre de ciudad, ni de pueblo. El destino que me cambiaría cualquier perspectiva mal encarada, no tiene habitantes, ni monumentos, ni siquiera playa, que tanto me gusta. No aparece en ningún folleto de ofertas de viaje de cualquier agencia que hace su agosto en pleno enero.
Investigué horarios y rutas alternativas para llegar, pero no existen autobuses ni trenes, ni siquiera los taxistas saben decirme; ellos que tanto se molestan cuando les indico una calle para mi entender difícil de conocer e intento explicarles dónde está.
Desde hace tiempo, se me presenta un camino, ni siquiera es ese de las baldosas amarillas, pero me da la seguridad de que tiene algo que ver con ese destino que tanto he buscado. A veces el camino es divertido, te dan ganas de dar saltitos en plan Dorothy con el Hombre de Hojalata. Otras veces es calmado, pero con una gran sensación de paz, que no quieres que ninguna inclemencia te lo haga modificar. Entre paso y paso, a veces me he encontrado con pequeños pedruscos, intentas apartarlos del camino, de hecho, me he convertido en una gran experta en eliminar las piedras del suelo, no sin dejar de sentir el pequeño golpe que dan a la punta de mis pies. Intento ignorarlo, pero alguna herida seguro que tendré.
A diferencia de otras carreteras, no he podido ver ningún cartel de desvío. Y si me he cruzado con alguno, el bienestar, el reflejo de un sol brillante y acogedor, han provocado que mis ojos sólo vean la línea continúa, la que siguen mis pies.
A diferencia de otros caminos, aún no he podido ver ninguna indicación de “Bienvenido a...”. Y sigo, y continúo. Me gusta andar, me hace sentir viva. Hasta el dolor en las rodillas, por muchas veces hundirlas en el suelo, me hacen sentir las mejores sensaciones, las más profundas, las más animales.
Hoy he parado, he decidido beber agua, sentarme en una piedra y mirar alrededor. Y pienso que andas y ando últimamente con el tono vital bajo. No sé si será el calorcito que empieza a apretar, los cambios que se acercan o yo qué sé. Pero la cuestión es que todo da pereza. Y cuando digo todo es todo. Incluso lo que más gusta. Cuesta decidirse por tomar cualquier iniciativa, incluso salir a dar una mísera vuelta. Pensar en hacer algo hace que nos invada una terrible desgana. Yo, que era una cinéfila empedernida, me descubro buscándome excusas para no ver nada hoy. He conseguido, tras una lucha titánica conmigo misma, sentarme a escribir estas líneas (aunque me doy cuenta de que mis últimas entradas no son las mejores). Hasta me cuesta querer a mi propia familia. Y al final acudo a ti y a la música. Qué más podría pedir en un día como hoy.
Al fin, me despierto, ha sido un sueño largo...me encuentro cansada, las rodillas me duelen, no se porqué. Miro a mi alrededor y vuelvo a la realidad de donde partí. En un autobús, camino del pueblo del que salí hace unos días. El sol es abrumador. Las vacas que se ven en el campo dan sensación de pena, intentando buscar una gota de agua en toda la hierba. A mi lado, un anciano viajero. La estrategia de colocarme los auriculares y ponerme a dormir no ha servido...y sospecho que lleva rato hablándome. En un gesto de pura cortesía, le miro asintiendo...y decido prestar atención. Me cuenta anécdotas de su juventud, de su primer trabajo, de los jornales tan míseros que ganaban por 14 horas de sol. De repente cambia su gesto, esos ojos de melancolía y añoranza se vuelven algo tristes. Y me cuenta que se encuentra solo, cansado, perdido...que anda buscando un destino que en los mapas no encontró. Que alguien le indicó que se montara en ese autobús, que le llevaría a un destino seguro. Y de repente ha tenido la completa seguridad de que se equivocó...que estaba mejor en ese camino de pedruscos y sin carteles...que seguro que le hubiera llevado al mejor fin.

domingo, 29 de junio de 2008

Asiento Ñ de la Academia

A veces juego a cambiar las palabras. Otras, me las invento pensando que suenan mejor. La mayoría de los días, tengo grandes conversaciones cotidianas con cierta persona que nos hacen crear un vocabulario totalmente específico y personal (entre otras cosas). Ciertamente la lengua por sí misma también tiene sus propios juegos, podríamos sacar algún ejemplo.

Uno de estos casos es el del término "escatología", que básicamente tiene dos significados. El primero de ellos es el que en religión se refiere a todo lo relacionado con lo último, es decir, con la muerte, el cielo, el infierno, el Juicio Final, el fin del mundo... El otro significado es el que conecta la palabra con las funciones excretoras, con las heces, la orina, y en general todo lo desagradable.
Muchas veces me he preguntado sobre el porqué de esta perturbadora coincidencia terminológica. Hasta que me dio por investigar.

Y lo que encontré me aclaró un poco, ya que aunque son la misma palabra, su origen etimológico no es el mismo. El primer sentido, el religioso, viene del griego éschatos, cuya traducción sería último. El otro también viene del griego, pero de otro término diferente, skatós, que quiere decir excremento. La cosa se aclara un poco más al descubrir que por lo visto hay cierta discusión en torno a la pronunciación y escritura de esta palabra. Según algunos autores, el sentido religioso sería más correcto escribirlo esjatología, ya que la pronunciación de esa ch griega correspondería a nuestra j, permitiendo así una mayor distinción entre ambos conceptos. En cualquier caso, la coincidencia no deja de ser curiosa, y habría que ver si no es posible encontrar alguna clase de conexión entre los dos orígenes (no sería muy difícil, si tenemos en cuenta que el excremento es lo último que queda después de un buen almuerzo por ejemplo).

Así que mira por donde el día que pienso que mi vida es una mierda...al menos me sentiré algo mejor.

miércoles, 25 de junio de 2008

Páramos desolados

Mi interior, mi vida, mi futuro, tú.

Lesbianas, helado y Lovecraft

- Sí, ya sé que miro a las chicas y a veces hago comentarios, sin duda carezco de tacto y educación, amén de consideración y respeto, pero míralo de esta manera: al menos sólo te la meto a ti...
- Desde luego es una gran frase de consuelo...

El paseo marítimo a las cuatro de la tarde era cruzado inclementemente por todos los que se encaminaban a la playa, así como por aquellos que terminaban o comenzaban a comer en los bares, restaurantes y terracitas, como ellos dos.

- Mira, la feria del libro...
- Querrás decir el quiosco de libros...Voy a echar un vistazo.
- ¿Algo interesante?
- Sí, sí, mira, Lovecraft, el rollo de Kthulhu siempre me ha gustado, yo lo leía de niño, si es que no podía limitarme a leer el principito, no podía salir normal, a ver éste...Mira, son relatos modernos basados en los mitos de Kthulhu, jorrll, 4 eurillos
- Yo ya he terminado los que me regalaste, cuando lo acabes me lo prestas.
- Muy bien. Este tío es bastante importante, sin él no se entendería nada de la mayor parte del terror moderno, monstruos horrorosos que regresan a un mundo que un día fue de ellos, como los turistas aquí...

Ella se estaba impacientando en realidad, porque se hacía tarde y quería ir a la playa. Mostró su característica expresión de algo me contraría y provocó la sonrisa de él.

- ¿Un café?, venga, y después nos cambiamos y bajamos a la playa.
- Mejor un helado, ¿te apetece?
- Pues sí...Joder, ya empieza a hacer calor de verdad.
- Joo, no hay heladerías...
- Umm, veamos, ahí enfrente hay un rótulo, “helade”, es arriesgado, lo sé, pero creo que vale la pena investigar cómo sigue.
- Jajaja, qué sarcástico, podría ser...mmm.
- El Hades, sí, el nuevo local griego de moda, heavy metal heleno a cascoporro.
- Y sigue...
- Venga, quítale unos gramos y déjalo en ironía, vamos a por el heladito.

Entraron en la heladería, diáfana y tranquila, y en uno de los dos mostradores un hombre trataba de explicarle a la clienta qué diferencia había entre un helado de dos bolas y uno de bola única.

- Es que si le pongo una bola más pues ya sería de dos bolas- le decía a una mujer de importante volumen, de cuyo hombro colgaba una adolescente de considerable tamaño.
- Mamá, es que yo lo quiero con nueces...
- Y no podría ponerle un poco de nuez rallada...
- Sí, claro, pero de qué sabor quieren las bolas de helado...
- ¿Y ése de la esquina de qué es?- Dijo una tercera acompañante, haciendo caso omiso de los estupendos cartelitos que tenía el expositor, también de generosas medidas, pelo corto, piratas vaqueros, camiseta enorme y guarros en los pies.
- Mamá, pero yo lo quiero de...
- Pues casi mejor podrían considerar probar los dietéticos...

El comentario se oyó perfectamente, aunque ella creyera que lo había dicho bajito. Era más fruto del aburrimiento ante la espera, ya que no había nadie más atendiendo y se preveía una larga transacción entre el heladero y el curioso trío.

- Coni, por Dios, que te han oído...
- ¿Sí?, pero si ha sido en voz baja...
- Claro, claro...- dijo él con una sonrisa- anda, ve pensando de qué lo quieres, y espero que tú si tengas claro la diferencia entre una o dos bolas, y si no, pides una tarrina. Joer, entiendo que en sus lugares de origen no tengan mar, pero hay heladerías ¿no?
- Jaja, de Kínder, que lo he visto ahí.
- Vale, yo de nueces, una tarrinita.
- Con cucurucho de chocolate.
- Muuy bien. No creo que ésas lo pidan con cucurucho, no sé por qué, aunque una de ellas seguro que sabe lo que es una...
- Es verdad, tiene una hija...Y míralo, él sí puede hacer comentarios, ¿de éste no se han enterado?
- No lo sé, creo que sí, porque la camionera me ha mirado mal, pero he sido bastante más sutil que tú, bueno, no sé, jajaja.

En ese momento apareció como un ángel salvador un adolescente que se colocó tras los expositores y les miró expectante.

- Una tarrina de nueces y un cucurucho de kínder.
- De chocolate el cucurucho.
- Eso, jaja.

Salieron al apabullante sol, abandonando la agradable heladería, sonriendo y mirando ya con avidez a la playa que se extendía a sus pies, a unos metros.

- Así que tú sí puedes criticar su tendencia sexual y yo no puedo hacer una mínima mención a sus hábitos alimenticios...
- Yo no he criticado ninguna tendencia sexual, me parece muy respetable, sólo aludía al hecho de que al menos una de ellas, ya que tiene una hija, sabe lo que es una polla, nada más. Y en segundo lugar no hacía más que ponerme en el lugar del pobre heladero que en ese momento debía estar pensando más o menos lo mismo pero no podía decirlo...ea.
- Anda, vamos parriba que mira cómo se derrite el helado...
- Sí, pero antes de que bajemos a la playa yo te voy a enseñar a ti lo que es un buen cucurucho también...
- Al final es cierto que tendré que consolarme pensando que soy la única a la que se la metes...

lunes, 23 de junio de 2008

A lo grande

Ciento veinte minutos devorando cacahuetes, gusanitos, doritos, entre uys y ufffs, y empezaba el tema de verdad, porque todos sabíamos que iba a ser en los penaltis, y en el fondo lo teníamos claro, otra vez en cuartos. Pero el esfuerzo de nuestras mandíbulas debía tener su premio, y no podía ser otro, Cesc, el anganguillo de cresta y cejas depiladas, el mismo que hace un impagable anuncio de caramelos, podqué tomo edmín shiditó en ve de otdoz cadamedoz o ticdez, que también debía estar pensando en cuántas eddes tenía el guión del puto spot, el que provocara las miradas de incredulidad entre los que estábamos viendo el partido, que sí opá, que hemos pasao de cuartos...La verdad es que era ahora o nunca, con Totti y Cannavaro sin disputar, Pirlo y Gatusso sancionados, Italia era a la vez más y menos Italia que nunca, y como legionarios romanos que sabían que sólo un milagro podía salvarlos, se dispusieron en formación de batalla a intentar contener a las hordas iberas y esperar su oportunidad, y casi lo consiguen los cabrones, por encima de discusiones sobre pamplinas como el tiqui taca, el jocco bonito y demás tonterías propias de las secciones de deportes de los medios del grupo PRISA, los mamones son los que mejor dominan ese juego que se llama fútbol. Y na. Que ya estamos contentos, aunque yo esperaría un poco antes de empezar a chupárnoslas los unos a los otros, porque yo ya soy mu mayor y me acuerdo de la final de la Eurocopa del 84, y de otro portero que también era el mejor del mundo y la cagó como únicamente los más grandes lo pueden hacer, como si de Lynch se tratara haciendo Dune, Arkonada se la tragó y nos quedamos todos con una cara de gilipollas que no desapareció en algún tiempo.

¿Hablamos también de los otros ganadores del partido de ayer? El primero el penoso Borbón ese que dice que es rey de no se qué nación, que tras malos tiempos y continuando con su limpieza de imagen se dio una vueltecita por Viena para balbucear unos cuantos tópicos, incluso en directo ante las cámaras, en la zona mixta del estadio, inaudito. Siguiendo hacia abajo el amigo ZP, que dicen que si se parece a Mr Bean o a no sé quién, pero en realidad tiene to la cara de un hamster enano de Roborovsky recién despertado, no veas qué despertar tienen los bichos, que aprovecha el alelamiento general del día para presentar su plan contra una crisis que oficialmente no existe, lleno de medidas que tras mirar un poco podríamos resumir en...¿nada? Podríamos continuar concretando en casos particulares, como el típico hijo puta con el que todos tenemos que lidiar que hoy estaba contento home, o el que tú quieras, que seguro que podrías decirnos alguno...Así que sí señor, que viva el fútbol, que tanto nos gusta, nos ocupa y nos preocupa, non importa ciò che accade, l'Italia a morte, y a ver si uno de estos modernos gladiadores y héroes nos deja algo de calderilla pa llegar a fin de mes...

domingo, 22 de junio de 2008

viernes, 20 de junio de 2008

Perder

- No entiendo tu actitud, sinceramente, no sé qué te pasa, llevas todo el día a kilómetros de mí, lo mejor va a ser que me vaya ahora mismo.

Ella estaba sentada en la mesa de la cocina, él entre sus piernas abiertas, con sus manos descansando en las rodillas, mirándola a los ojos, percibiendo su distancia, su decepción. Se quedó un largo rato mirando sus labios, esperando una negación, una petición, pero no se movieron salvo para devolverle el beso que realmente no sabía a fin, aunque estaba tan claro como los duros ojos que miraban los suyos que era el último. Así que no le quedó otra cosa que hacer que irse. Su compañera no le había dado la réplica para representar correctamente aquella obra de despedida que apenas acababa de idear unos minutos antes, aún con ello pensó que no había quedado del todo mal, supo improvisar una retirada digna, y sobre todo agradecía que la cosa no hubiera derivado hasta tomar la tediosa senda del melodrama. Cogió sus cosas y atravesó la puerta, sintió primero el golpe del sol en su cara, que en aquellos días ya caía despacio y duro, y después el de las patas del puto perro en su pecho, acompañado de la repulsión que le provocaba el animal.

- Ésta también es la última vez que me ladras cabrón.

Cerró la cancela exterior y se encaminó hacia la estación sintiendo a partes iguales oleadas de alivio y soledad, el primero se fue quedando por el camino, pero la segunda quiso acompañarle, lo que le hizo centrar su atención en el hecho de que él no habría dejado que ella se fuera sola, y en ese momento su abandono en las calles de la semidesconocida ciudad le pareció el mayor agravio posible, imperdonable, insuperable, hasta que el sudor empezó a brotar de su frente y todo aquello empezó a tornarse la enésima tontería en que pensaba aquel absurdo día, que empezaba a terminar en el mugriento bar de una pequeña estación de autobuses, en algún lugar de la costa.

Ponían un partido en la tele, el último de la temporada, un plasma, lo que realmente le sorprendió, no acababa de encajar en la decoración, o la ausencia de la misma mejor dicho. Una barra pequeña que aproximadamente a la mitad se convertía mágicamente en el mostrador de un ultramarinos, como en los bares de barrio de su ciudad, pero allí ya no quedaban, una sola mesa de plástico cortesía de una marca de refrescos con su par de sillas a juego, unas paredes alicatadas a la mitad, que un día fueron blancas, con alguna maceta colgando tal y como aparecía en una foto un pez de la mano del tipo que ahora le ponía delante un café, más viejo, más cansado, como todo el bar, toda la estación, como incluso, sobre todo, él. Aún quedaban tres cuartos de hora para que saliera cualquier autobús, de manera que aquello estaba vacío todavía de domingueros de bañador, sandalias y mochila de vuelta a sus pueblos y ciudades de interior, rojos, aceitosos y salados, como un tomate abierto en un plato, listos para que de ellos no quedara nada en el pequeño pueblo de la costa.

El café estaba realmente caliente, pero se lo tomó de dos tragos mientras comprobaba que los jugadores de uno de los equipos de la tele lamentaban el no haber subido a primera, aunque de haber sido así los hubieran echado a casi todos, cambiándolos por flamantes peloteros de mejor calidad que habrían hecho que el equipo bajara a segunda de nuevo, un bucle infinito que afortunadamente durante el verano se detiene, como casi todo, menos el transito de seres humanos, que ahora ya sí, iban invadiendo la mitad del bar que era bar, la mitad que era tienda, la oficinucha que hacía de taquilla, andenes y aceras cercanas.

El día anterior estaban tan bien, todo era placer sosegado, promesas, suave dulzura, y ahora estaba abandonado, sudoroso, con la lengua quemada, rodeado de seres extraños que le observaban con el recelo del grupo que mira al distinto. Sin embargo eran dos perfectos extraños cuando se despertaron aquel brillante domingo. Qué coño les había pasado, qué incomprensibles procesos habían tenido lugar mientras dormían para que de pronto ella no quisiera que él estuviese allí y el quisiera largarse de inmediato. Móvil.

- Sí, muy bien. No, un desastre. Para casa ya, en una hora y algo estaré por allí, ya te contaré, luego te llamo que voy a subir al bus.

Pero qué iba a contar, si ni él mismo lo entendía, sintió la necesidad de hacer una encuesta, preguntarles uno a uno a aquellos tomates con patas que le circundaban si alguno era capaz de explicárselo, pero sus caras le decían que no sin necesidad de interrogatorio alguno, todas salvo una...

- Esther, holaa, qué haces aquí...

La soledad le decía adios con la manita desde el andén, pero él no pudo verlo porque estaba demasiado ocupado pareciendo encantador para su inesperada compañera de viaje. Tampoco pudo oir cómo un desconsolado locutor lamentaba el fracaso al intentar ascender de un equipo que de todos modos siempre había sido grande y que prometía volverlo a intentar la próxima temporada, llena de esperanzas y promesas, como los ojos de Esther.

miércoles, 18 de junio de 2008

Entrada de transición (pa que vamos a decir lo contrario!)

Bar Bate, Bar Tolomé, Bar Kito, Bar Celona, Bar Reinols...Si, es cierto que puede parecer una broma fácil, sin llegarle a la suela de los zapatos a la típica broma telefónica de “Bar Simpsons” (esa de...¿está Tomás Turbado?). Pero he de admitir que siempre me hizo gracia esa idea en la serie Aída...en un principio fue el único detalle que pude digerir de dicha serie. Pero, ¡ay! lo que hace la desidia, el aburrimiento o la dejadez, que me llevó a ni siquiera tocar el mando a distancia los domingos por la noche, enganchándome cada vez más a el humor corrosivo, negro, de mala leche. Y acabé sorprendiéndome a mí mism@ riéndome a carcajadas ante un personaje digno de la España profunda como Mauricio. Me pregunto si tal vez admiro esa mala leche no contenida, esa manera de hacer bromas que no son políticamente correctas y que a mí me encantan aunque pocas veces me atreva a hacerlas (al no ser que me escuches tú, jeje).
No sé en qué momento exacto todos estos hechos se entremezclaron en mi subconsciente hasta el punto de pedir que me bajasen una película de aquel actor ya olvidado y del que seguramente nadie sea capaz de nombrar tres películas seguidas.
Y aún me pregunto si un nada despreciable 42% de los visitantes del presente blog tiene o no razón. Aún me pregunto cómo me hiciste caso. Aún me pregunto cuándo veré la película. Aún me digo a mí mism@ que ya es un reto personal, y acabaré decepcionando a un 15% de los blogeros que por aquí se asoman, pues SI, LO ADMITO, soy un@ de l@s confundadores que verá una película que seguramente ni siquiera será digna de ser protagonizada por nuestro admirado Pocoyó.
Pero antes de que se produzca un antes y un después en vuestras visitas al leer estas líneas...daros las gracias por vuestros votos, por vuestros comentarios, por las ganas que le ponéis a cada palabra que dejáis por aquí escrita.
Aún sigo imaginando cada historia que se esconda en cada nick, en cada firma...entre tanto...me planteo si darle ya al play o no.

viernes, 13 de junio de 2008

miércoles, 11 de junio de 2008

lunes, 9 de junio de 2008

Que viene el lobo...


Junio, siempre me gustó este mes por varias razones. La más pueril es la que todos pensáis... a diferencia del anuncio del Corte Inglés en septiembre que nos hacía temblar diciéndonos eso de “la vuelta al cole” (a mí verdaderamente me dolía el estómago y me entraban ganas de vomitar)... el mes de junio nos anunciaba la llegada de las vacaciones. Mes de sol, ropa nueva y no tan nueva pero que nos imaginamos que nos sienta tan bien, tardes de siestas tontas, cumpleaños... sí, siempre me ha sonado bien.
Pero de un tiempo a esta parte, he crecido un poco más, a pasos agigantados y crecer provoca el poder comprobar que las cosas más positivas, lo que más feliz te puede hacer, también tiene su lado negativo. Y en ello ando, pensando que el mes de junio me anuncia situaciones complicadas, entre ellas la convivencia temporal con una persona familiar (en el más estricto sentido de la palabra) que la he catalogado de “hipocondríaca” (entre algunos otros términos que no les voy a dar cabida en esta entrada. Siempre consideré esa patología como difícil de discernir con el ser “quejica” o “aburrimiento y me escucho demasiado”... pero, oh! Si me hubiera dedicada a la medicina! Tendría grandes prácticas en casa.
Pero ando sensible y pienso en el final de las personas hipocondríacas... ¿¿y si tienen razón??...El hipocondríaco quizás no es un pesimista patológico... Todos ríen sus males. Pero él sabe muy bien que el que ríe el último ríe mejor. Y que algún día su ataque no será imaginado, que será de verdad. Y entonces les callará la boca a todos, dejándoles con el resquemor ese de "¿y si le hubiéramos hecho caso...?". Y entonces será su momento triunfal. Pero ya no lo podrá disfrutar. La muerte, esa con la que aprendió a malconvivir, se lo habrá llevado del todo. Tan sólo en el último momento podrá esbozar una sonrisa. "¿Lo veis, incrédulos?". Y la duda será mayor, porque su gran momento, su triunfo final, su momento de mayor gozo, será el último. Como los héroes. Y entonces hasta habrá quien diga que supo morir bien.
El sol aprieta... pero creo que es hora de levantarme a hacer café...

sábado, 7 de junio de 2008

jueves, 5 de junio de 2008

Ahí lo llevas...

Casablanca tendrá que esperar, pero despues de todo siempre nos quedará David Lynch...

martes, 3 de junio de 2008

El mundo al revés

Era algo habitual en otros tiempos abandonar a los recién nacidos en los conventos, uno dejaba al bebé en el famoso torno y vámonos que nos vamos. Le ponían de apellido Expósito o De La Cruz, y con suerte se hacían toreros o tonadilleras, formaba parte del folklore y la idiosincrasia de un pueblo y unos tiempos que poco a poco vamos superando, un país en blanco y negro por fuera y por dentro, sobre todo por dentro. Pero no, ahora somos modernos, bueno, más o menos, hace poco hemos vuelto a ver a la élite de nuestra sociedad representando la ceremonia de clasismo vestida de fino, cocaína, sexo, sevillanas y fanatismo religioso que es el Rocío, ahora que el PP está en descomposición asistimos al curioso espectáculo de las señoronas y los caciques esperando a los jefecillos del partido en la calle para clamar que ellos no quieren el centro, por Dios, que son de derechas de toda la vida, que Rajoy además de perdedor es un traidor, qué pena me está dando ese hombre, quién me lo iba a decir. Se siguen matando toros en público espectáculo, sea en los cosos o en las plazas mayores de los pueblos, tenemos verbenas donde lo más demandado sigue siendo Paquito el Chocolatero, si es que uno si es español y hombre tiene que emocionarse con un pasodoble, coño, y ya está.

Todo esto podría llevarnos a pensar que no hemos avanzado tanto, que la España profunda de señoritos y fieles siervos de corazón e intenciones negras como el refajo de una abuela de pueblo no está tan lejos, hasta que de pronto algo te hace despertar de la ensoñación y volver a la realidad: una hija ha abandonado a su madre en un convento. Qué subversión, qué revolución, que acto estético sólo comparable al incendio de Roma, qué modernidad, qué declaración de intenciones. Es, con un simple acto, desempolvarse siglos de atraso, ignorancia, cultura opresiva y opresora, proclamar sencillamente que somos distintos, una nueva raza. No nos basta con las lámparas de Ikea ni los reallyties en la tele, necesitábamos un acto total, un punto de inflexión, de no retorno, un antes y un después, una catarsis de la cual surgiera el nuevo bebé ibérico, flotando entre los páramos mesetarios y los valles costeros, despreciando su pasado y mirando al futuro del cual es dueño. Gracias anónima heroína, probablemente no serás inmediatamente comprendida, es más, se te vilipendiará, insultará, humillará, pero no te preocupes, pasa con todos los visionarios, con todos los revolucionarios, piensa que de la hoguera en la que te quemen surgirá una nueva sociedad que te recordará y admirará como la luminaria que nos enseñó el camino. Voy a mirar por Internet a ver dónde puedo dejar a la vieja...

miércoles, 28 de mayo de 2008

Veinte centímetros por el ano

Literalmente el culo partido. Hemos dicho y oído mil veces esa expresión, sobre todo si no eres muy afín al mundo taurino, y ves por la tele al pobre bicho persiguiendo a un torerillo valiente al que el sol besa en la frente, y piensas, y si lo pilla y le mete un cuerno justo...No se puede evitar que una de las comisuras de los labios se alce un poco, sobre todo ante lo improbable del asunto. Generalmente la batalla ya está perdida de antemano y es el “artista” el que gana, tras una tortura reglamentada jaleada por miles de personas. En fin, yo no he estado en mi vida en una corrida...de toros, así que quizá se me escapa algo, igual si fuera me saldría ese romano que llevo dentro y puede que viera algo de lo que dicen los taurinos. Pero volvamos al tema, y es que ¡ha ocurrido!, el toro trotaba tras un airoso banderillero vestido al uso, con los instrumentos de tortura propios de su oficio en las manos, y el animal iba lenta pero inexorablemente ganándole terreno, hasta que en un quiebro demasiado cerrado y cercano, el pitón le ha alcanzado justo en el ano, 20 cm, desgarros de esfínteres y recto, muy grave, en serio, el hombre podría haber muerto, así que ya sabéis, si queréis probar ciertas sensaciones hacedlo con cualquier cosa menos con el asta de un toro, y menos si está vivo, por muy tentadores que puedan ser los 20 cm.

Vale, consideraciones obvias aparte, como la barbaridad que pueden parecernos las corridas, la pequeña satisfacción por que una vez gane el débil, la inmediata asociación de la cornada con otras cosas, lo que despues me vino a la mente es cómo puede ser el futuro de ese pobre hombre. En un mundo tan masculino, testosterónico, tan machote, probablemente los compis ya no lo miren de la misma manera, íralo, ahí viene el tío al que le partieron el culo, las risitas medio contenidas al pasar, las alusiones a que igual eso ha cambiado su vida y ha descubierto nuevas facetas en sí mismo, las recomendaciones de que no le dé la espalda al siguiente bicho, el ver nuevos matices en su forma de andar...Todo eso va a convertir su vida en un infierno, que puede llevarle a una espiral de autodestrucción o a lo más profundo de un insondable pozo de desesperación. Amigo banderillero, tienes todo mi ánimo y consideración, no les hagas caso y el que piense que tu masculinidad ha sido comprometida es que es un imbécil y un pobre de espíritu, tú seguirás haciendo el paseíllo con tu trajecito bordado en plata, ajustadito, marcando, metidito por donde puede, con medias rosas y zapatillitas de bailarina, con coleta y una chaquetilla corta, mm, vaya, ahora que lo considero, como que muy masculino...Joer, es que 20 cm por el culo supongo que le cambian la vida a cualquiera, igual en vez de burlarse de él los compañeros terminarán envidiándolo en secreto, el ser humano es tan diverso.

martes, 27 de mayo de 2008

Si ya no sé ni lo que digo...

Estaba tranquila y orgullosa con el blog... joder! 26 + 1 comentarios!! Quién iba a imaginar en aquel tiempo (cómo pasa y a la vez qué poco tiempo ha pasado) en el que escribíamos entradas y nos la comentábamos mutuamente (joder, ahora suena hasta triste, pero qué contentos estábamos también con nuestros escritos) que en pocos meses íbamos a tener tantos lectores (gracias, gracias otra vez). Pero tras una encantadora e interesante conversación (siempre) con el cofundador me entró una especie de pánico blogeril...sí!! Es cierto!! Es para preocuparse!! Hace tiempo que no se escribe una entrada al uso!!. Las inspiraciones de entradas al uso se han dado unas vacaciones, siempre temporales por supuesto, como toda vacación...y alguna musa (no voy a hacer la bromita de la mayonesa, ejem) no ha aportado gran cosa en esta semana (tanto coche, tanto motor,...).
Así que aquí me he sentado a “manos a la obra” esperando que el gran cerebro de mi querido cofundador se inspire, considerando que cuando lo hace, supera cualquier expectativa.
Acabo de ver que ha dado lluvia para esta semana... antes la odiaba bastante, con el paso de los años he aprendido a convivir con ella, prefiriendo casi prescindir del paraguas y chapotear en los charquitos... na, que va, eso al final nunca lo hacemos (no te doy ideas...). En el telediario de telecinco, que cada vez parecen más unos publirreportajes, han hablado de las monjas clarisas. ¡Vaya chiringuito tienen montado! Huevos gratis todo el año a cambio de la falsa promesa de garantizar buen tiempo...Bueno, he de centrarme, tengo que escribir una entrada de transición!!
Entre tanto, me he puesto a pensar en qué cosas me han llamado la atención hoy... entre los múltiples hechos , por ejemplo, hoy me he dado cuenta que tengo un compañero de trabajo que le podemos denominar como “monotema”. Los monotemas son aquellos personajes que todo su repertorio conversacional se basa en un solo tema, nunca… nunca le escucharas decir algo que se salga de esa temática, que por lo general, te causa tanto interés como la vida sexual de las arañas (oye, pues ahora que lo pienso... voy a mirar en el google a ver qué tal es), la variante más leve es cuando no eres interlocutor, simplemente son los que están cerca de ti los que están hablando, esta variante se soluciona con el MP3 y unos auriculares. El problema es cuando eres interlocutor y te enchufas la misma conversación una y otra vez... Este personaje en cuestión se dedica a coger por banda al pobre inocente que no ha huido y se dedica a repetirte una y otra vez el maravilloso invento de las reservas telefónicas para comprar billetes en RENFE... jodeeeeer, ni se ha enterado que hubo una época que yo subía a Madrid finde si, finde no... en fin. Peor son aquellos que sólo hablan de sus juergas, borracheras y lo panoli que eres tú por no salir un sábado, pero curiosamente las juergas que se tira, tú nunca está presente...
Llegados a este punto te das cuenta que cuando hablas con esas personas monotemáticas, posiblemente solo son monotemas contigo, y el seguramente pensará de ti que eres un monotemático con el que solo se puede hablar de ese monotema… Ohh, joder!!! Seré un monotema??!

jueves, 22 de mayo de 2008

Un mago blanco, un mago negro...

Dicen que aproximadamente el 10% de la población tiene una personalidad psicopática, que van desarrollando, es decir, dedicándose a joder a los demás, en su vida diaria, en el trabajo, en el hogar...Muy pocos son aquellos que pasan de la fantasía a los hechos, generalmente suelen comenzar torturando y matando animales, otros muchos se quedan también en esta fase, algunos, muy pocos, pasan a fijarse en el animal superior por antonomasia, el ser humano, y nos inspiran los argumentos de pelis que muchas veces están bien. Y finalmente un pequeño grupo de ellos se convierten en creadores de virus informáticos, en el lado oscuro de Enjuto Mojamuto, en la escoria de esa raza que se da en llamar hackers, crackers o como se diga, que habitualmente son gente muy recomendable, ponen a disposición de los demás software, cultura, pintan bigotes en las páginas de los partidos políticos, es decir, son benefactores de la humanidad, pero de vez en cuando entre ellos se cuela esta especie de hijos de puta informáticos que además ejercen la forma de mal más absurda, ya que yo puedo entender cualquier conducta humana basada en el interés, pero la maldad por la maldad, lo siento, no me entra, a mi me gusta eso de “sólo son negocios”, prefiero el padrino al silencio de los corderos antes del sacrificio. Vamos a ver, un troyano lo entiendo, un tipo quiere fisgar en tu equipo para ver si pilla información relevante y desplumarte, me puede parecer horrible, pero lo llego a entender, pero que un ser humano se dedique a crear y extender un gusano, que lo único que hace es comerse los recursos de tu sistema hasta que se para, es decir, única y exclusivamente joder, putear, no. Yo tenía uno, tan pertinaz e ilocalizable que recientemente me ha obligado a formatear y reinstalar mi ordenador, que por supuesto estaba debidamente protegido, que ésa es otra...

Pero lo más grande es que recién reinstalado me ha entrado otro, éste sí localizado, con nombre y apellidos y cara de cabrón, me mira desafiante desde la carpeta del sistema en la que se ha instalado, tranquilo y satisfecho. Comencé con lo habitual, las típicas combinaciones de antivirus + antispyware + limpiador de registro, probando con distintos programas, supuestamente todos buenísimos, pero nada. He leído reseñas de otras víctimas del amiguete de hace dos y tres años, cómo es posible que los antivirus y limpiadores más novísimos y reconocidos aún no lo tengan en sus bibliotecas...Pero nada, ahí seguía. Intenté limpiarlo manualmente del registro pero está tan incrustado que eso hace que Windows se quede traspuesto y tuve que reparar la instalación, y ahí seguía el hijoputa. No puedo cargarme el proceso porque el mismo Windows directamente no me deja, al ser un archivo, dice el colega, crítico, sí, crítico para mis nervios. Encontré un programita muy simpático, creado por ese otro lado, por los magos blancos de la informática, os quiero, que sí que me permitía acabar con el proceso, pero la memoria del sistema se iba a tomar por culo...Sí, ya sé que esto se soluciona en un rato, formateando de nuevo y demás, pero es que ya es algo personal, hasta que no pueda más seguiré luchando, lo siento, soy así. Mientras tanto me solazo imaginando al creador del cabroncete en una habitación blanca, en una jeringa gigante que surge de un mecanismo camuflado en una de las paredes y le inocula un virus pero de verdad, el ébola sin ir mas lejos, en verle sangrar por todos sus poros e irse por la patabajo incesantemente, y finalmente verle morir retorciéndose entre infinitos dolores, chapoteando en una mezcla hecha de sus propios excrementos y su sangre, ufff, qué maravillosa fantasía, ¿estaré en ese 10%?

sábado, 17 de mayo de 2008

lunes, 12 de mayo de 2008

No lo sé...


Dicen que el día que el hombre conozca todas las respuestas de su existencia, es porque estará muerto. Claro, supongo que se refieren a las preguntas típicas que las religiones han tratado de contestar para que dejásemos de amargarnos, como por ejemplo “¿qué sentido tiene la vida?, ¿para qué estamos aquí?, ¿quién creó el universo?, ¿quién creó al creador del creador del creador del universo?...y un largo etcétera. Supongo que todos pasamos por la típica época adolescente (siempre que digo eso, al final he sido la única) en la que nos lo preguntamos con mayor frecuencia, más bien porque te empiezas a dar cuenta que todo el rollo que tus padres o las monjas/curas del colegio te han dicho, no tiene sentido alguno.
Bien, superada esa crisis y teniendo más o menos claro lo que creo y dejo de creer, yo sigo haciéndome preguntas que no tienen demasiadas respuestas o quizás ninguna. No es algo que me torture, ni mucho menos, de hecho podría decir que casi nunca pienso en ellas (exceptuando otras que no caben en este entrada). Pero tenía ganas de escribir algo y ahí las pongo...

¿Por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿Qué hacen los espíritus ahí detrás, fotocopias?

¿Por qué cuando yo alquilé el piso, a mí no me dieron la canica que tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a partir de las doce de la noche?

¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?

¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?

¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos ponemos morenos en verano, que en cuanto lo vemos se lo decimos al de al lado? "Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj, pero no, jaja”

¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?

¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos o pintarse con rimel, abre la boca de esa manera tan extraña?


¿Y por que cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas? ¿Creemos que así un cuchillo no atraviesa la sábana?

¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver nuestra casa? "Mira, mira ahí, al lado de aquella torre...".


¿Por qué has mirado al techo al leer la tercera pregunta?

¿Por qué me pregunto si...?


Si tenéis alguna respuesta, pues se agradecerá. Y si no, no os preocupéis, ya que leáis esta chorrada ¡es de agradecer!


Y un "porciertaje"...a pesar de preguntas, respuestas y vueltas...gracias a tí también.

jueves, 8 de mayo de 2008

Esquizofrenia

Hacía tiempo, ya tocaba una de estas encuestillas que sirven de estupenda excusa para hablar un poquito del blog sin que parezca vanidad y esas cosas, aunque haya sido con el tema más peregrino que imaginarse pueda. Como dijo uno de vosotros, para qué definirnos, el que quiera etiquetas que se vaya al Corte Inglés, o a una tienda muy pija que hay en Cádiz, de la que no digo el nombre, no se vayan a sentir ofendidos unos honrados comerciantes, con la que ya, a medida que te vas acercando, te vas sintiendo pequeñito, abrumado, creo que hacen un análisis financiero sólo para poder entrar, así que yo ni lo intento. Joer, cómo me voy por las ramas, bueno, que es genial toda esta historia que se ha montado alrededor del tema de la encuesta. Tan sólo un poco preocupante el hecho de que un nada desdeñable 16% piensa que este ente llamado Connie es en realidad un esquizofrénico que se desdobla como cuando partíamos por la mitad una tira de regaliz rojo, mm, espero que ninguno de ese grupo sea psicólogo o psiquiatra, y si es así, por favor, que no deje de comentarnos en qué se basa, me podría interesar, sin duda.

Y como siempre, aún a riesgo de ser reiterativo, gracias. Por vuestro seguimiento, por la amabilidad con la que comentáis nuestras tonterías, por la participación, y por lo que eso hace que nos animemos y perdamos la vergüenza, así que seguiremos hacendo pamplinas. Al respecto tengo que comentaros que lo de Pocoyó es más grave de lo que pensábamos, en principio lo pillaron yendo una mijita más rápido de lo aconsejable por las afueras de L.A., pero por lo visto hay por ahí algún vídeo que lo involucra en temas más peliagudos, no está asimilando bien la fama aquí el amigo, de todos modos esperamos contar con él pronto para terminar la producción que tenemos pendiente, pagaremos lo que haga falta si le ponen fianza.

También habéis estado ahí en el asuntillo de meter algún minirrelato, parece que os gustan, allá vosotros, así que os seguiremos dando el coñazo, una vez tomada la senda trataremos de recorrerla lo más a menudo posible. Muchas, muchas gracias a todos los que han hecho comentarios en ellos, joer, to coloraos estamos aún, pero bueno, si demostráis vuestro pésimo gusto y absoluta orfandad de criterios diciendo que son buenos, os vais a hartar.

Más cositas...Lo de la música, pues que ya ves, lo que se nos ocurre y nos gusta, espero que coincidamos con vosotros, si no pues lo decís, que hay confianza coño, y pedís lo que queráis, total, con no ponerlo...Es coña, la idea es hacer un hueco para todos aquí. Ah, un tema, no ha ocurrido, pero en mi infinita clarividencia lo anticipo: ponemos los títulos sólo por pura vagancia, el o la (jo, qué políticamente correcto, la cofundadora estaría orgullosa) que tenga curiosidad por alguno de los grupos que lo pregunte también, son bastante conocidos en general, pero ahí queda la cuestión, yo la dejo encima de la mesa, que la recoja el o la (otra vez) que quiera.

Y ya acabo, que estoy un poco pesado, está quedando largo esto, ¿no?, se nota que estoy aburrido, y como todo el mundo sabe, el ocio es el padre de todos los vicios. No sé si alguien querrá decir algo, si es así, pues que deje aquí su mensaje. Sóis unos cracks, todos y todas, toma ya, si parezco la Bibi, no la travesti, sino la ministra, que ya le vale que la multen por aparcar mal el día de su investidura, sobre ésa sí que podríamos cotillear, pero esto no es el tomate, todavía...

martes, 6 de mayo de 2008

En penumbra

A Ka.

Kim se despierta y se levanta en penumbra, y no porque aún no haya salido el sol, sino porque no le gustan las lámparas, al menos no en el techo, que son limpios en su casa. A Kim no le gustan los toalleros, así que sus toallas cuelgan del pomo de la puerta del cuarto de baño. Kim no tiene suerte con las cafeteras, no desayuna en casa. Se viste a media luz, cubre su delgado cuerpo de memoria. Y ahí viene, casi tan tenue como el aire, pero perceptible. Kim vive sola, pero siente que no lo está. No le desagrada, pero le inquieta. Al menos por la mañana sólo le inquieta. Kim sale y deja la presencia en su casa, su ordenada y elegante casa en la que los visitantes notan enseguida que algo falta, pero en la que ella percibe que hay algo más. Sale a la calle tan ligera como su camisa de lino, apenas pisando el suelo. Piensa en Miguel, el hombre del que estuvo enamorada, sólido, pesado, apegado a la tierra, muy distinto a ella, siempre buscando la luz. Miguel pensaba al mirarla andar que en cualquier momento echaría a volar, y hasta que eso no ocurriera no podría ser feliz, pero creía que no lo hacía porque tenía miedo. No había encontrado a ningún pájaro que le diera una pluma mágica para que se lanzara. A Miguel le encantan las lámparas, la luz, preparar café en casa y hasta los toalleros. Miguel tenía la determinación pero no el don, nunca habría podido volar.

Kim va a la peluquería, desde que lleva el pelo largo se siente mejor, pero hay que pagar unas pequeñas servidumbres, y una de ellas es ir a ese lugar atestado de gente, tener que esperar, quedar en pausa durante unas horas sin poder dedicarlas a sí misma, apenas tiene tiempo, por lo que siente la pérdida de cada minuto, dolorosamente. Charla insustancial que trasluce miedos, la gente siempre tiene miedo, piensa mientras oye a las personas que la rodean hasta que puede irse, por fin, y continuar su recorrido. Kim no conduce, no le gusta, prefiere los trenes. Sí le gusta su familia, es apacible, a pesar de que son ruidosos, pero al menos son de verdad y no tienen miedo. Su madre le comenta una vez más que quizá esté demasiado delgada, sus sobrinas le arrancan promesas de regalos y sus cuñados son un poco pesados, pero es agradable, tanto como la paz de la sobremesa, se abandona, se duerme, casi sin tener cuidado de estropearse el peinado.

Kim sale a comprar algunas cosas, le gustan las barritas aromáticas, le dan solidez al aire, y así parece que ella misma lo es más, siente un poco más la gravedad y desaparece el vértigo, hoy tampoco quiere intentar aprender a batir las alas. En la tienda es aún más pesado, no es fácil respirar al principio, pero se siente bien. Elige algunos paquetes y ojea unos libros, lo que le recuerda que hace tiempo que no va a sus clases de bruja, como hubiera dicho Miguel. Tampoco le gustaba el incienso. Y sin embargo, a ella le gustaba él.

- Hola Rosa, cómo estás.
- Hola Kim, qué buen gusto tienes siempre – dijo la chica admirando la sencillez de su cliente, y su elegancia natural.
- Y tú qué agradable.

Se sonrieron, el dinero cambió de manos y ya estaba pensando en qué haría en casa esta noche cuando la chica comenzó a hablarle.

- Es curioso, lo observé cuando entraste, vi dos destellos que te acompañaban, pensé que eran unos reflejos, pero te han seguido mientras estabas mirando...
- Será la pulsera – y las dos miraron a una serie de pesados eslabones de plata que llevaba en la muñeca izquierda. Kim no lleva reloj, no le gustan, ni siquiera los entiende, para qué necesitaría alguien uno.

Kim volvió en tren. A medida que se acercaba a su destino se iba quedando cada vez más sola. Pensaba en el ritual de cada domingo. Hacer la maleta, abandonar la paz de su pequeño paraíso en penumbra, una larga semana de trabajo de hotel en hotel, el grupo de desconocidos que habían pagado para que ella les diera un paseo por la felicidad organizada. Pensó en lo cansada que estaba, en lo agradable que sería dormir mañana en su propia cama, en ese extraño olor que tienen siempre las sábanas de los hoteles, aunque estén limpias, en que debía dejarlo, sí, ganaría menos, pero sería más feliz. Sólo necesitaba un ancla que la mantuviera firme, era demasiado ligera para permanecer fija por sí misma. Y pensó en la chica de la tienda.

Kim entró en casa, se preparó un sandwitch pero apenas lo mordisqueó, no comía casi, mucho menos de lo necesario, y es que sencillamente no le hacía falta, salvo el chocolate. Con un trozo en la boca fue hacia el salón, encendió una lámpara de pié, y lo sintió, casi familiar, como la penumbra, la presencia había entrado con ella y se estaba acomodando. Pero de noche no era sólo inquietud lo que sentía. Encendió el televisor, ese enorme aparato que no veía nunca y que prácticamente le habían obligado a comprar, para qué, pensó ella en su momento, pero al final claudicó al pensar que ya había demasiadas ausencias que llamaban la atención en su casa. Lo hizo para atenuar la incertidumbre que le producía sentir que alguien estaba con ella. ¿Alguien? Eso parecía. Un intruso, un invasor, un extraño, allí con ella, contra ella. Lo único que sabía es que no lo quería allí, no en su casa, en su mundo, su pequeño universo apacible que sólo era suyo, en el que Miguel no quiso quedarse y este extraño está aquí, campando, observando, analizando, juzgando, quién era ese ser para resolver si su vida era adecuada.

- ¿Qué quieres? – se sorprendió hablando en voz alta.

Tenía frío, apagó el televisor, y notó cómo una piel suave y caliente rozaba su brazo.

- Déjame en paz, sal de mi casa, qué crees, que puedes pasearte por mi vida pretendiendo que te acepte sin más.

Recuperó la temperatura y se sintió profundamente cansada, pero continuó con su rutina, ni siquiera se dio cuenta de que había una ausencia más en aquel lugar. Comenzó a hacer la maleta y a preparar sus cosas. A la mañana siguiente tampoco notó que al salir, la estela de aire que produjo su pequeño cuerpo arrastró una pluma blanca debajo de la librería, lenta pero inexorablemente. Y dejó que la vida fuera entonces la que la arrastrara a ella a un nuevo día, un día igual, dando pequeños y ligeros pasos, parecía que en cualquier momento sus pies iban a despegarse del suelo, pero no lo hacían, y siguió tirando de su maleta hacia el taxi.

lunes, 5 de mayo de 2008

Arriba, abajo, al centro...

A veces mi trabajo me da pautas de reflexión, aunque es cierto que procuro que una vez salgo (a las tres de la tarde, si...soy de aquellos que viven a costa de los impuestos de los demás, aunque aún me considere funcional..poco me quedará)..(me reconduciré, uf)...pues me olvide de todo (eso, es!). Sobre el alcohol he oído y he hablado mucho en las últimas semanas. Para ser realistas, lo de que beber es malo, no se lo cree nadie. Lo mejor fue aquel pequeño aspirante a botellón que me soltó aquella genial frase: “tú tienes pinta de haber cogido unos buenos colocones”...quizás no tanto como parece...
Todo esto iba porque me he puesto a reflexionar sobre cómo se pueden dar consejos útiles y realistas sin caer en el paternalismo (eso tan odiado, verdad?...sí, yo también pienso igual, gracias por hablar de ello). Y sobre el alcohol, pues se me han ocurrido tales ideas. Leedlo si os interesa y aún estáis en esa etapa en el que el día empieza a las 4 de la tarde, yo ya la olvidé...

1. Síntoma: Pies fríos y húmedos.
Causa: El vaso está siendo agarrado en ángulo incorrecto.
Solución: Gira el vaso hasta que la parte abierta quede hacia arriba.

2. Síntoma: Pies calientes y mojados.
Causa: Ya te measte.
Solución: Ve a secarte al baño más proximo.

3. Síntoma: La pared de enfrente está llena de luces.
Causa: Te has caído de espaldas.
Solución: Posiciona tu cuerpo a 90º con respecto al suelo.

4. Síntoma: Tu boca está llena de colillas de cigarros.
Causa: Te has caído de bruces sobre el cenicero.
Solución: Escupe todo y enjuágate la boca con un buen cubata.

5. Síntoma: El suelo está borroso.
Causa: Estás mirando a través de un vaso vacío.
Solución: Más de tu bebida favorita.

6. Síntoma: El suelo se está moviendo.
Causa: Estás siendo arrastrado.
Solución: Pregunta a dónde te llevan por lo menos.

7. Síntoma: Reflejo múltiple de caras mirándote desde el agua.
Causa: Estás en el inodoro, intentando vomitar.
Solución: Metete el dedo (en la garganta).

8. Síntoma: Oyes que la gente habla produciendo un misterioso eco.
Causa: Tienes el vaso en la oreja.
Solución: Deja de hacer el payaso.

9. Síntoma: La discoteca se mueve mucho, la gente viste de blanco y la música es muy repetitiva.
Causa: Estás en una ambulancia.
Solución: No moverse. Posible congestión alcohólica.

10. Síntoma: Te sorprendes que por fin has ligado con una tía, vestida curiosamente muy recatada y de azul pero con un consolador enorme en la mano.
Causa: Te ha detenido una policía por escándalo público y te está reduciendo con su porra.
Solución: Tienes derecho a guardar silencio.

11. Síntoma: Ese trozo de pizza que has robado te sabe cada vez más raro.
Causa: Te estás comiendo el cartón.
Solución: Termínatelo todo que ya tu estómago aguanta cualquier cosa.

12. Síntoma: Tu padre está muy raro y todos tus hermanos te miran con curiosidad.
Causa: Te has equivocado de casa.
Solución: Pregúnta si te pueden indicar por dónde queda la tuya.

13. Síntoma: Un enorme foco de luz de la discoteca te ciega la vista.
Causa: Estás en la calle tirado y ya es de día.
Solución: Café y una buena siesta.

De todos modos, siempre recordaré aquel remedio ansiolítico del Jack Daniels...casi todo es beneficioso, en su justa medida dicen, no?

viernes, 2 de mayo de 2008

jueves, 1 de mayo de 2008

Ratitos de realidad

- Y me lo tira a mí en la cara – dijo la Sra Bukkake.

No puedo poner esto, lo sé, y ella me lo hace ver, pero de todos modos el papel lo aguanta todo, incluso que yo me burle de esa manera de la mujer que está a nuestra izquierda.

La culpa de todo la tuvo el protector solar. Es aceite de limón, pero no huele a limón. Aconseja no pulverizar directamente sobre el rostro, puede provocar ceguera: por fin una razón no moral para no decir lo del bukkake. Me echa un chorrazo en la espalda para comprobar que no huele.

- Puedes leerlo, no es nada secreto.
- Ya, ya lo sé, si llevo todo el rato mirando de reojo.
- Ya me lo tiene que cambiar.

Es que le he corregido el orden de la frase con una flechita.

- Esto no es un sms.

También le corrijo una “q” solitaria.

- Po ya ves truz.
- ¡La mujer desactualizada!

Llevo todo el día dándole caña con la frasecita, se acordará de haberla dicho.

Empieza a llegar más gente a la playa. Me dice mientras escribo que va a echar una siestecita, yo miro a unos niños que se bañan pensando en la hora en que terminé de comer, porque me está empezando a apetecer meterme en el agua.

Encuentra debajo de uno de mis pechos un papel, un trozo de papel roto en el que unas palabras aparecen tachadas y sólo se visualiza “pastis”.
Me pregunta que cuál es la zona que vemos a lo lejos...

- Es Zahara...¿ves a lo lejos aquel farito en la esquina?.
- Si...
- Pues es la playa que tengo en algunas fotos de esas que puse de fondo en la pantalla y en el mesenger.
- Aaah...La playa de Zahara y el faro de los cohones (entonado con humor).

Se acercan unas monetas (pseudomonetas en este caso) a pedir crema, se están quemando. Mi reacción primera es pensar “¡anda y que os den por culo!...¡Fuera de aquí!”...pero seguro que a mi izquierda alguien podría andar pensando en el sentido más literal de la frase.

- Estoy hasta la polla de Iván Ferreiro
- Es que está espesito..tres canciones seguidas como mucho.
- Voy al agua...Tú te quedas, ¿no?
- Sí...Sí.

Un minuto o menos después...


- No he podido bañarme, demasiado helada.
- ¿No te has mojado ni la polla?

- ¡Qué va! Tendré que bañarme cuando me entren ganas de mear.

miércoles, 30 de abril de 2008

Joder con lo de Pajares

Al final la realidad supera a la ficción, o la vida imita al arte. Pensaba en Bela Lugosi, que murió pensando que era Drácula y dicen que incluso dormía en un ataúd, pensaba en el final de la peli “Muertos de risa”, de Alex De La Iglesia, de la que decían también que de alguna manera estaba inspirada en la pareja cómica Esteso y Pajares. Pensaba en ese hombre con la gorra, el bigote postizo, la pistola de plástico y el spray entrando en el bufete, pensaba en cuál fue la reacción de aquella persona a la que primero enfrentara, supongo que si no hubiera sido por las agresiones, o incluso a pesar de ellas, se estaría riendo aún. Pensaba en las risas de los maderos cuando se lo llevaban, en las de los testigos, en las de los comentaristas de la noticia, en las mías, porque yo también me he reído, pensando en que seguro que al policía que se lo llevaba le dijo algo así como “¿cuánto hace que no follas?, pues yo ayer”. Y sobre todo pensaba en que en un mundo normal en vez de reírme debería estar triste por la forma en que puede acabar un pobre desequilibrado que no digiere que ya no es nadie, por muy grande que fuera. Y pensaba en el morbo, esa palabreja que designa a esa curiosidad insana que el humano siente ante ciertas cosas. Pensaba también en el colega éste austriaco que convirtió a su hija en su esclava sexual y la encerró durante años en un zulo, muy cuco, eso sí. Ya la gente va a la casa a hacerse fotos, como si de un monumento al morbo se tratara. Pensaba en qué ocurrirá, empezarán a llamarlo monstruo, animal, a deshumanizarlo para poder sentirnos nosotros mismos un poco menos culpables de lo que ha hecho, cuando en realidad, qué otro ser hubiera sido capaz de hacer algo así, no hay nada más humano que la aberración. Pero seguro que si todo esto no pasara habría que inventarlo para que los millones de consumidores de morbo fresquito y chorreante tuvieran con qué alimentarse. Está claro que tenemos lo que nos merecemos, en todo esto pienso lo mismo que de toda esa hipócrita y falsa postura oficial ante tantas cosas, si no hubiera demanda no habría oferta.

Y pensaba en que qué hago yo escribiendo de Pajares, del morbo, del tirolés ese, pero después de leer los últimos comentarios de la anterior entrada, y de alguna predecesora, veo que hay un interés por parte de los amiguetes por indagar en la relación que hay entre los cofundadores, le sacáis punta a todos joíos, como para mantener aquí un secreto. Pues os vais a quedar con las ganas, primero porque sí, y segundo porque me encanta leer vuestras especulaciones, porque lejos del morbo que se describe arriba se desprende en general un buen rollito que envuelve todo este blog y que en su mayor parte habéis creado vosotros. Así que si queréis podemos hacer apuestas, yo hago de Banca eh. Y sobre todo pensaba, hablando de bancos, que si mañana me da por atracar uno ya sé lo que tengo que hacer para que no me reconozcan, pedazo de bigote, gorra, pistola del todo a 100, y al final igual hasta me convierto en un personaje y termino saliendo en la tele gritando eso de “soy el solitariooooo, soy el solitariooooo”, que vaya personaje también. Iré pensando quién quiero que haga de mí en la peli, pero qué digo, ya lo tengo claro, por supuesto sería Pocoyó.

martes, 29 de abril de 2008

Medir el tiempo

Yo soy un tío muy maniático para según que cosas, y una de ellas es el reloj. No es tanto por el control o la obsesión por el tiempo, creo yo, sino más por el objeto en sí mismo, una tontería como otra cualquiera, la verdad, pero esto me lleva a que no me lo quite nunca, lo que tiene sus riesgos, porque claro, no todos aguantan ducha diaria, playa, golpes y maltratos de una persona torpe. Sé que es difícil de entender, pero quién no tiene sus pamplinas...

El primer reloj que tuve no lo recuerdo muy bien, sé que era suizo, con la esfera cuadrada, blanca, y una correa negra, pero está en una nebulosa. El siguiente, del cual sí tengo ya un recuerdo claro, era un Duward deportivo, con una caja bestia de acero de aspecto invulnerable, pero desgraciadamente no lo era tanto, en una noche de desparrame, siendo un adolescente casi, lo vi por el suelo de un local en el que un montón de seres humanos dábamos botes, hecho pedazos, me dio tanta penita que se me bajó el ciego y desde entonces aquella imagen de vez en cuando todavía viene a mí. Por razones obvias, de éste no hay foto. Decidí sustituirlo por uno que fuera algo más robusto, y continué decantándome por la industria helvética. Era un Lotus deportivo pero con un puntito elegante, de acero y mecanismo de cuarzo, con correa de cuero.

Me sirvió fielmente durante años, hasta que un día en la playa, tras ponerle cremita en la espalda a una chica, me di cuenta de que estaba borroso, pensé que era la crema, pero al limpiarlo seguía empañado, le había entrado agua, Dios, me sentí defraudado, traicionado, herido, no sé si alguna vez me han puesto los cuernos, pero creo que la sensación sería la misma. Tomé la determinación de que no me volviera a pasar, y pensando también en que podría ahorrarme tener que cambiar también la correa cada cierto tiempo, pillé un Festina, también suizo, sumergible a un montón de metros más, bastante parecido al anterior en lo básico, salvo que era más resistente y con armís también de acero.


Andaba yo contento en realidad con mi reloj, ya con mi plena confianza, hasta que pensé en mi clarividencia y sagacidad, ¿cuál puede ser el siguiente paso?, pues liberarme de la esclavitud de las pilas, es decir, hacerme con un reloj automático. Pensé en un Rolex Submariner, el reloj que probablemente más me gusta, pero también caí en la cuenta de que, salvo que me tocara alguna vez una primitiva, difícilmente podría acceder a uno, así que sopesé otras posibilidades, y hete aquí que encontré un reloj que estéticamente se parecía mucho al Rolex, tanto que también es comúnmente conocido como Submariner, y también automático, pero era un Seiko, japonés, así que no me convencía del todo. Me informé un poco y resulta que esa marca en concreto es bastante apreciada por su calidad, sobre todo en los automáticos, de hecho el modelo predecesor del que yo vi era un reloj que hicieron famoso los soldados americanos en la guerra de Vietnam, que se dieron cuenta de su dureza y calidad y se los llevaban en cuanto podían tener un permiso en Japón. Y el rollo de que el mecanismo tiene 21 rubíes ya me terminó de ganar. Luego estaba el tema del precio, que seguía siendo bastante caro, la verdad, en concreto más de 300 eurillos, era para pensárselo, pero esas cosas que pasan, resulta que pude acceder a un chollete que me permitió pillarlo por bastante menos, así que nada, no se puede luchar contra el destino, de manera que ahora está en mi muñeca. ¿Será mi último reloj? Yo creo que sí, tiene lo que necesito para serle fiel, pero quién sabe... Por cierto, ha sido bautizado como "Sekito" por cierta persona que tuvo bastante que ver con su adquisición y que no anda muy lejos de aquí, así que presentado queda, lo prometido es deuda, o eso dicen.