domingo, 28 de septiembre de 2008

Siempre es el nuestro

No sé por qué, pero siempre es mi tren el que tiene que esperar a que pase el que viene en sentido contrario, da igual que vaya en un cercanias, un regional, mis odiados regionales, o en un talgo, no es cuestión de categoría, sino de que te sientas abandonado por Dios, detenido en alguna extraña estación en la que nunca has bajado ni putas ganas de hacerlo, esperando, preguntándote una vez más qué tendrán los otros trenes para no tener que parar, y llegando a la inevitable sensación de que es obvio: no vas tú. Durante un interminable rato el tabú de mirar a los otros pasajeros se rompe para encontrar decenas de espejos en los que ves reflejada tu cara de gilipollas abandonado, como un perrito arañando las puertas de una casa en la que vive un tipo al que no le gustan nada los animales. Ni siquiera bajas a fumar, no sea que se vayan sin ti, que eso sí que estaría bien, sería el remate ideal para el día perfecto, qué tarde has llegado, sí, es que me bajé a fumar en Las Aletas y el tren se fué, joer, si es que hasta el nombre de la estación es ridículo. Así que na, terminas autoconvenciéndote de que es hasta necesaria la paradita, que el día ha sido duro y te vienen bien unos minutos de la nada más absoluta, hasta casi te molesta cuando de pronto suena el pipipí y el tren se pone en marcha. Poco más o menos es lo que ha pasado por aquí, pero parece que las puertas se han cerrado y esto empieza a rodar, poquito a poco, ha sido un parón larguillo, más de lo deseado, y supongo que habrá quien se haya bajado, pero bueno, es lógico.

Así que ahí vamos, empezando a escribir un poquito, metiendo unas coplillas nuevas, pero nuevas eh, recién salidas, como pedía el otro, que aún están calentitos los discos de los sorprendentes gabachos Gojira, mis adorados Trivium, los eternos Metallica y los gamberros de Dogma Crew. Estamos en ello, luchando contra un año más en el que algunas cosas muy buenas sí que han pasado, en serio, y volviendo a meter la cabeza en esto, esperemos que vayáis acabando el cigarrito y os volváis a subir a este tren, que por supuesto, como no podría ser de otra manera, siempre es el que se para.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Para volver

Sí...ha pasado tiempo...bastante...o quizás no...quizás la dimensión espacio-temporal que utilizo como sistema de defensa hace que lo vea todo demasiado cercano, demasiado palpable...y tan lejos a la vez.
Pero aquí estamos. Muchas novedades, pocas emociones...ya casi nada nos sorprende...ya casi todo está inventado. Volver a una espiral de la que nunca quisimos salir y de la que nos lanzaron fuera, contra la pared sin lugar a opinión. Volver a subir un escalón que resulta tan alto, tan pesado pero sabiendo que no lo volverás a bajar.
Empezar de cero en aquel lugar que tan bien conozco, que tanto me dio y me quitó, que tanto me hizo madurar y ser niña a la vez.
Empezar y no acabar. Di tanto para bien y para mal, que ahora me siento vacía, sin fuerzas, sin ganas y con toda la energía del mundo guardada. Quizás explote o tal vez vuelva a ser yo...queda poco o queda mucho...pero queda...entre tanto, he vuelto, hemos vuelto...y esto es sólo el comienzo.
Gracias si volvéis a posar vuestro inestimable interés en este blog...