miércoles, 28 de mayo de 2008

Veinte centímetros por el ano

Literalmente el culo partido. Hemos dicho y oído mil veces esa expresión, sobre todo si no eres muy afín al mundo taurino, y ves por la tele al pobre bicho persiguiendo a un torerillo valiente al que el sol besa en la frente, y piensas, y si lo pilla y le mete un cuerno justo...No se puede evitar que una de las comisuras de los labios se alce un poco, sobre todo ante lo improbable del asunto. Generalmente la batalla ya está perdida de antemano y es el “artista” el que gana, tras una tortura reglamentada jaleada por miles de personas. En fin, yo no he estado en mi vida en una corrida...de toros, así que quizá se me escapa algo, igual si fuera me saldría ese romano que llevo dentro y puede que viera algo de lo que dicen los taurinos. Pero volvamos al tema, y es que ¡ha ocurrido!, el toro trotaba tras un airoso banderillero vestido al uso, con los instrumentos de tortura propios de su oficio en las manos, y el animal iba lenta pero inexorablemente ganándole terreno, hasta que en un quiebro demasiado cerrado y cercano, el pitón le ha alcanzado justo en el ano, 20 cm, desgarros de esfínteres y recto, muy grave, en serio, el hombre podría haber muerto, así que ya sabéis, si queréis probar ciertas sensaciones hacedlo con cualquier cosa menos con el asta de un toro, y menos si está vivo, por muy tentadores que puedan ser los 20 cm.

Vale, consideraciones obvias aparte, como la barbaridad que pueden parecernos las corridas, la pequeña satisfacción por que una vez gane el débil, la inmediata asociación de la cornada con otras cosas, lo que despues me vino a la mente es cómo puede ser el futuro de ese pobre hombre. En un mundo tan masculino, testosterónico, tan machote, probablemente los compis ya no lo miren de la misma manera, íralo, ahí viene el tío al que le partieron el culo, las risitas medio contenidas al pasar, las alusiones a que igual eso ha cambiado su vida y ha descubierto nuevas facetas en sí mismo, las recomendaciones de que no le dé la espalda al siguiente bicho, el ver nuevos matices en su forma de andar...Todo eso va a convertir su vida en un infierno, que puede llevarle a una espiral de autodestrucción o a lo más profundo de un insondable pozo de desesperación. Amigo banderillero, tienes todo mi ánimo y consideración, no les hagas caso y el que piense que tu masculinidad ha sido comprometida es que es un imbécil y un pobre de espíritu, tú seguirás haciendo el paseíllo con tu trajecito bordado en plata, ajustadito, marcando, metidito por donde puede, con medias rosas y zapatillitas de bailarina, con coleta y una chaquetilla corta, mm, vaya, ahora que lo considero, como que muy masculino...Joer, es que 20 cm por el culo supongo que le cambian la vida a cualquiera, igual en vez de burlarse de él los compañeros terminarán envidiándolo en secreto, el ser humano es tan diverso.

martes, 27 de mayo de 2008

Si ya no sé ni lo que digo...

Estaba tranquila y orgullosa con el blog... joder! 26 + 1 comentarios!! Quién iba a imaginar en aquel tiempo (cómo pasa y a la vez qué poco tiempo ha pasado) en el que escribíamos entradas y nos la comentábamos mutuamente (joder, ahora suena hasta triste, pero qué contentos estábamos también con nuestros escritos) que en pocos meses íbamos a tener tantos lectores (gracias, gracias otra vez). Pero tras una encantadora e interesante conversación (siempre) con el cofundador me entró una especie de pánico blogeril...sí!! Es cierto!! Es para preocuparse!! Hace tiempo que no se escribe una entrada al uso!!. Las inspiraciones de entradas al uso se han dado unas vacaciones, siempre temporales por supuesto, como toda vacación...y alguna musa (no voy a hacer la bromita de la mayonesa, ejem) no ha aportado gran cosa en esta semana (tanto coche, tanto motor,...).
Así que aquí me he sentado a “manos a la obra” esperando que el gran cerebro de mi querido cofundador se inspire, considerando que cuando lo hace, supera cualquier expectativa.
Acabo de ver que ha dado lluvia para esta semana... antes la odiaba bastante, con el paso de los años he aprendido a convivir con ella, prefiriendo casi prescindir del paraguas y chapotear en los charquitos... na, que va, eso al final nunca lo hacemos (no te doy ideas...). En el telediario de telecinco, que cada vez parecen más unos publirreportajes, han hablado de las monjas clarisas. ¡Vaya chiringuito tienen montado! Huevos gratis todo el año a cambio de la falsa promesa de garantizar buen tiempo...Bueno, he de centrarme, tengo que escribir una entrada de transición!!
Entre tanto, me he puesto a pensar en qué cosas me han llamado la atención hoy... entre los múltiples hechos , por ejemplo, hoy me he dado cuenta que tengo un compañero de trabajo que le podemos denominar como “monotema”. Los monotemas son aquellos personajes que todo su repertorio conversacional se basa en un solo tema, nunca… nunca le escucharas decir algo que se salga de esa temática, que por lo general, te causa tanto interés como la vida sexual de las arañas (oye, pues ahora que lo pienso... voy a mirar en el google a ver qué tal es), la variante más leve es cuando no eres interlocutor, simplemente son los que están cerca de ti los que están hablando, esta variante se soluciona con el MP3 y unos auriculares. El problema es cuando eres interlocutor y te enchufas la misma conversación una y otra vez... Este personaje en cuestión se dedica a coger por banda al pobre inocente que no ha huido y se dedica a repetirte una y otra vez el maravilloso invento de las reservas telefónicas para comprar billetes en RENFE... jodeeeeer, ni se ha enterado que hubo una época que yo subía a Madrid finde si, finde no... en fin. Peor son aquellos que sólo hablan de sus juergas, borracheras y lo panoli que eres tú por no salir un sábado, pero curiosamente las juergas que se tira, tú nunca está presente...
Llegados a este punto te das cuenta que cuando hablas con esas personas monotemáticas, posiblemente solo son monotemas contigo, y el seguramente pensará de ti que eres un monotemático con el que solo se puede hablar de ese monotema… Ohh, joder!!! Seré un monotema??!

jueves, 22 de mayo de 2008

Un mago blanco, un mago negro...

Dicen que aproximadamente el 10% de la población tiene una personalidad psicopática, que van desarrollando, es decir, dedicándose a joder a los demás, en su vida diaria, en el trabajo, en el hogar...Muy pocos son aquellos que pasan de la fantasía a los hechos, generalmente suelen comenzar torturando y matando animales, otros muchos se quedan también en esta fase, algunos, muy pocos, pasan a fijarse en el animal superior por antonomasia, el ser humano, y nos inspiran los argumentos de pelis que muchas veces están bien. Y finalmente un pequeño grupo de ellos se convierten en creadores de virus informáticos, en el lado oscuro de Enjuto Mojamuto, en la escoria de esa raza que se da en llamar hackers, crackers o como se diga, que habitualmente son gente muy recomendable, ponen a disposición de los demás software, cultura, pintan bigotes en las páginas de los partidos políticos, es decir, son benefactores de la humanidad, pero de vez en cuando entre ellos se cuela esta especie de hijos de puta informáticos que además ejercen la forma de mal más absurda, ya que yo puedo entender cualquier conducta humana basada en el interés, pero la maldad por la maldad, lo siento, no me entra, a mi me gusta eso de “sólo son negocios”, prefiero el padrino al silencio de los corderos antes del sacrificio. Vamos a ver, un troyano lo entiendo, un tipo quiere fisgar en tu equipo para ver si pilla información relevante y desplumarte, me puede parecer horrible, pero lo llego a entender, pero que un ser humano se dedique a crear y extender un gusano, que lo único que hace es comerse los recursos de tu sistema hasta que se para, es decir, única y exclusivamente joder, putear, no. Yo tenía uno, tan pertinaz e ilocalizable que recientemente me ha obligado a formatear y reinstalar mi ordenador, que por supuesto estaba debidamente protegido, que ésa es otra...

Pero lo más grande es que recién reinstalado me ha entrado otro, éste sí localizado, con nombre y apellidos y cara de cabrón, me mira desafiante desde la carpeta del sistema en la que se ha instalado, tranquilo y satisfecho. Comencé con lo habitual, las típicas combinaciones de antivirus + antispyware + limpiador de registro, probando con distintos programas, supuestamente todos buenísimos, pero nada. He leído reseñas de otras víctimas del amiguete de hace dos y tres años, cómo es posible que los antivirus y limpiadores más novísimos y reconocidos aún no lo tengan en sus bibliotecas...Pero nada, ahí seguía. Intenté limpiarlo manualmente del registro pero está tan incrustado que eso hace que Windows se quede traspuesto y tuve que reparar la instalación, y ahí seguía el hijoputa. No puedo cargarme el proceso porque el mismo Windows directamente no me deja, al ser un archivo, dice el colega, crítico, sí, crítico para mis nervios. Encontré un programita muy simpático, creado por ese otro lado, por los magos blancos de la informática, os quiero, que sí que me permitía acabar con el proceso, pero la memoria del sistema se iba a tomar por culo...Sí, ya sé que esto se soluciona en un rato, formateando de nuevo y demás, pero es que ya es algo personal, hasta que no pueda más seguiré luchando, lo siento, soy así. Mientras tanto me solazo imaginando al creador del cabroncete en una habitación blanca, en una jeringa gigante que surge de un mecanismo camuflado en una de las paredes y le inocula un virus pero de verdad, el ébola sin ir mas lejos, en verle sangrar por todos sus poros e irse por la patabajo incesantemente, y finalmente verle morir retorciéndose entre infinitos dolores, chapoteando en una mezcla hecha de sus propios excrementos y su sangre, ufff, qué maravillosa fantasía, ¿estaré en ese 10%?

sábado, 17 de mayo de 2008

lunes, 12 de mayo de 2008

No lo sé...


Dicen que el día que el hombre conozca todas las respuestas de su existencia, es porque estará muerto. Claro, supongo que se refieren a las preguntas típicas que las religiones han tratado de contestar para que dejásemos de amargarnos, como por ejemplo “¿qué sentido tiene la vida?, ¿para qué estamos aquí?, ¿quién creó el universo?, ¿quién creó al creador del creador del creador del universo?...y un largo etcétera. Supongo que todos pasamos por la típica época adolescente (siempre que digo eso, al final he sido la única) en la que nos lo preguntamos con mayor frecuencia, más bien porque te empiezas a dar cuenta que todo el rollo que tus padres o las monjas/curas del colegio te han dicho, no tiene sentido alguno.
Bien, superada esa crisis y teniendo más o menos claro lo que creo y dejo de creer, yo sigo haciéndome preguntas que no tienen demasiadas respuestas o quizás ninguna. No es algo que me torture, ni mucho menos, de hecho podría decir que casi nunca pienso en ellas (exceptuando otras que no caben en este entrada). Pero tenía ganas de escribir algo y ahí las pongo...

¿Por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿Qué hacen los espíritus ahí detrás, fotocopias?

¿Por qué cuando yo alquilé el piso, a mí no me dieron la canica que tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a partir de las doce de la noche?

¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?

¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?

¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos ponemos morenos en verano, que en cuanto lo vemos se lo decimos al de al lado? "Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj, pero no, jaja”

¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?

¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos o pintarse con rimel, abre la boca de esa manera tan extraña?


¿Y por que cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas? ¿Creemos que así un cuchillo no atraviesa la sábana?

¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver nuestra casa? "Mira, mira ahí, al lado de aquella torre...".


¿Por qué has mirado al techo al leer la tercera pregunta?

¿Por qué me pregunto si...?


Si tenéis alguna respuesta, pues se agradecerá. Y si no, no os preocupéis, ya que leáis esta chorrada ¡es de agradecer!


Y un "porciertaje"...a pesar de preguntas, respuestas y vueltas...gracias a tí también.

jueves, 8 de mayo de 2008

Esquizofrenia

Hacía tiempo, ya tocaba una de estas encuestillas que sirven de estupenda excusa para hablar un poquito del blog sin que parezca vanidad y esas cosas, aunque haya sido con el tema más peregrino que imaginarse pueda. Como dijo uno de vosotros, para qué definirnos, el que quiera etiquetas que se vaya al Corte Inglés, o a una tienda muy pija que hay en Cádiz, de la que no digo el nombre, no se vayan a sentir ofendidos unos honrados comerciantes, con la que ya, a medida que te vas acercando, te vas sintiendo pequeñito, abrumado, creo que hacen un análisis financiero sólo para poder entrar, así que yo ni lo intento. Joer, cómo me voy por las ramas, bueno, que es genial toda esta historia que se ha montado alrededor del tema de la encuesta. Tan sólo un poco preocupante el hecho de que un nada desdeñable 16% piensa que este ente llamado Connie es en realidad un esquizofrénico que se desdobla como cuando partíamos por la mitad una tira de regaliz rojo, mm, espero que ninguno de ese grupo sea psicólogo o psiquiatra, y si es así, por favor, que no deje de comentarnos en qué se basa, me podría interesar, sin duda.

Y como siempre, aún a riesgo de ser reiterativo, gracias. Por vuestro seguimiento, por la amabilidad con la que comentáis nuestras tonterías, por la participación, y por lo que eso hace que nos animemos y perdamos la vergüenza, así que seguiremos hacendo pamplinas. Al respecto tengo que comentaros que lo de Pocoyó es más grave de lo que pensábamos, en principio lo pillaron yendo una mijita más rápido de lo aconsejable por las afueras de L.A., pero por lo visto hay por ahí algún vídeo que lo involucra en temas más peliagudos, no está asimilando bien la fama aquí el amigo, de todos modos esperamos contar con él pronto para terminar la producción que tenemos pendiente, pagaremos lo que haga falta si le ponen fianza.

También habéis estado ahí en el asuntillo de meter algún minirrelato, parece que os gustan, allá vosotros, así que os seguiremos dando el coñazo, una vez tomada la senda trataremos de recorrerla lo más a menudo posible. Muchas, muchas gracias a todos los que han hecho comentarios en ellos, joer, to coloraos estamos aún, pero bueno, si demostráis vuestro pésimo gusto y absoluta orfandad de criterios diciendo que son buenos, os vais a hartar.

Más cositas...Lo de la música, pues que ya ves, lo que se nos ocurre y nos gusta, espero que coincidamos con vosotros, si no pues lo decís, que hay confianza coño, y pedís lo que queráis, total, con no ponerlo...Es coña, la idea es hacer un hueco para todos aquí. Ah, un tema, no ha ocurrido, pero en mi infinita clarividencia lo anticipo: ponemos los títulos sólo por pura vagancia, el o la (jo, qué políticamente correcto, la cofundadora estaría orgullosa) que tenga curiosidad por alguno de los grupos que lo pregunte también, son bastante conocidos en general, pero ahí queda la cuestión, yo la dejo encima de la mesa, que la recoja el o la (otra vez) que quiera.

Y ya acabo, que estoy un poco pesado, está quedando largo esto, ¿no?, se nota que estoy aburrido, y como todo el mundo sabe, el ocio es el padre de todos los vicios. No sé si alguien querrá decir algo, si es así, pues que deje aquí su mensaje. Sóis unos cracks, todos y todas, toma ya, si parezco la Bibi, no la travesti, sino la ministra, que ya le vale que la multen por aparcar mal el día de su investidura, sobre ésa sí que podríamos cotillear, pero esto no es el tomate, todavía...

martes, 6 de mayo de 2008

En penumbra

A Ka.

Kim se despierta y se levanta en penumbra, y no porque aún no haya salido el sol, sino porque no le gustan las lámparas, al menos no en el techo, que son limpios en su casa. A Kim no le gustan los toalleros, así que sus toallas cuelgan del pomo de la puerta del cuarto de baño. Kim no tiene suerte con las cafeteras, no desayuna en casa. Se viste a media luz, cubre su delgado cuerpo de memoria. Y ahí viene, casi tan tenue como el aire, pero perceptible. Kim vive sola, pero siente que no lo está. No le desagrada, pero le inquieta. Al menos por la mañana sólo le inquieta. Kim sale y deja la presencia en su casa, su ordenada y elegante casa en la que los visitantes notan enseguida que algo falta, pero en la que ella percibe que hay algo más. Sale a la calle tan ligera como su camisa de lino, apenas pisando el suelo. Piensa en Miguel, el hombre del que estuvo enamorada, sólido, pesado, apegado a la tierra, muy distinto a ella, siempre buscando la luz. Miguel pensaba al mirarla andar que en cualquier momento echaría a volar, y hasta que eso no ocurriera no podría ser feliz, pero creía que no lo hacía porque tenía miedo. No había encontrado a ningún pájaro que le diera una pluma mágica para que se lanzara. A Miguel le encantan las lámparas, la luz, preparar café en casa y hasta los toalleros. Miguel tenía la determinación pero no el don, nunca habría podido volar.

Kim va a la peluquería, desde que lleva el pelo largo se siente mejor, pero hay que pagar unas pequeñas servidumbres, y una de ellas es ir a ese lugar atestado de gente, tener que esperar, quedar en pausa durante unas horas sin poder dedicarlas a sí misma, apenas tiene tiempo, por lo que siente la pérdida de cada minuto, dolorosamente. Charla insustancial que trasluce miedos, la gente siempre tiene miedo, piensa mientras oye a las personas que la rodean hasta que puede irse, por fin, y continuar su recorrido. Kim no conduce, no le gusta, prefiere los trenes. Sí le gusta su familia, es apacible, a pesar de que son ruidosos, pero al menos son de verdad y no tienen miedo. Su madre le comenta una vez más que quizá esté demasiado delgada, sus sobrinas le arrancan promesas de regalos y sus cuñados son un poco pesados, pero es agradable, tanto como la paz de la sobremesa, se abandona, se duerme, casi sin tener cuidado de estropearse el peinado.

Kim sale a comprar algunas cosas, le gustan las barritas aromáticas, le dan solidez al aire, y así parece que ella misma lo es más, siente un poco más la gravedad y desaparece el vértigo, hoy tampoco quiere intentar aprender a batir las alas. En la tienda es aún más pesado, no es fácil respirar al principio, pero se siente bien. Elige algunos paquetes y ojea unos libros, lo que le recuerda que hace tiempo que no va a sus clases de bruja, como hubiera dicho Miguel. Tampoco le gustaba el incienso. Y sin embargo, a ella le gustaba él.

- Hola Rosa, cómo estás.
- Hola Kim, qué buen gusto tienes siempre – dijo la chica admirando la sencillez de su cliente, y su elegancia natural.
- Y tú qué agradable.

Se sonrieron, el dinero cambió de manos y ya estaba pensando en qué haría en casa esta noche cuando la chica comenzó a hablarle.

- Es curioso, lo observé cuando entraste, vi dos destellos que te acompañaban, pensé que eran unos reflejos, pero te han seguido mientras estabas mirando...
- Será la pulsera – y las dos miraron a una serie de pesados eslabones de plata que llevaba en la muñeca izquierda. Kim no lleva reloj, no le gustan, ni siquiera los entiende, para qué necesitaría alguien uno.

Kim volvió en tren. A medida que se acercaba a su destino se iba quedando cada vez más sola. Pensaba en el ritual de cada domingo. Hacer la maleta, abandonar la paz de su pequeño paraíso en penumbra, una larga semana de trabajo de hotel en hotel, el grupo de desconocidos que habían pagado para que ella les diera un paseo por la felicidad organizada. Pensó en lo cansada que estaba, en lo agradable que sería dormir mañana en su propia cama, en ese extraño olor que tienen siempre las sábanas de los hoteles, aunque estén limpias, en que debía dejarlo, sí, ganaría menos, pero sería más feliz. Sólo necesitaba un ancla que la mantuviera firme, era demasiado ligera para permanecer fija por sí misma. Y pensó en la chica de la tienda.

Kim entró en casa, se preparó un sandwitch pero apenas lo mordisqueó, no comía casi, mucho menos de lo necesario, y es que sencillamente no le hacía falta, salvo el chocolate. Con un trozo en la boca fue hacia el salón, encendió una lámpara de pié, y lo sintió, casi familiar, como la penumbra, la presencia había entrado con ella y se estaba acomodando. Pero de noche no era sólo inquietud lo que sentía. Encendió el televisor, ese enorme aparato que no veía nunca y que prácticamente le habían obligado a comprar, para qué, pensó ella en su momento, pero al final claudicó al pensar que ya había demasiadas ausencias que llamaban la atención en su casa. Lo hizo para atenuar la incertidumbre que le producía sentir que alguien estaba con ella. ¿Alguien? Eso parecía. Un intruso, un invasor, un extraño, allí con ella, contra ella. Lo único que sabía es que no lo quería allí, no en su casa, en su mundo, su pequeño universo apacible que sólo era suyo, en el que Miguel no quiso quedarse y este extraño está aquí, campando, observando, analizando, juzgando, quién era ese ser para resolver si su vida era adecuada.

- ¿Qué quieres? – se sorprendió hablando en voz alta.

Tenía frío, apagó el televisor, y notó cómo una piel suave y caliente rozaba su brazo.

- Déjame en paz, sal de mi casa, qué crees, que puedes pasearte por mi vida pretendiendo que te acepte sin más.

Recuperó la temperatura y se sintió profundamente cansada, pero continuó con su rutina, ni siquiera se dio cuenta de que había una ausencia más en aquel lugar. Comenzó a hacer la maleta y a preparar sus cosas. A la mañana siguiente tampoco notó que al salir, la estela de aire que produjo su pequeño cuerpo arrastró una pluma blanca debajo de la librería, lenta pero inexorablemente. Y dejó que la vida fuera entonces la que la arrastrara a ella a un nuevo día, un día igual, dando pequeños y ligeros pasos, parecía que en cualquier momento sus pies iban a despegarse del suelo, pero no lo hacían, y siguió tirando de su maleta hacia el taxi.

lunes, 5 de mayo de 2008

Arriba, abajo, al centro...

A veces mi trabajo me da pautas de reflexión, aunque es cierto que procuro que una vez salgo (a las tres de la tarde, si...soy de aquellos que viven a costa de los impuestos de los demás, aunque aún me considere funcional..poco me quedará)..(me reconduciré, uf)...pues me olvide de todo (eso, es!). Sobre el alcohol he oído y he hablado mucho en las últimas semanas. Para ser realistas, lo de que beber es malo, no se lo cree nadie. Lo mejor fue aquel pequeño aspirante a botellón que me soltó aquella genial frase: “tú tienes pinta de haber cogido unos buenos colocones”...quizás no tanto como parece...
Todo esto iba porque me he puesto a reflexionar sobre cómo se pueden dar consejos útiles y realistas sin caer en el paternalismo (eso tan odiado, verdad?...sí, yo también pienso igual, gracias por hablar de ello). Y sobre el alcohol, pues se me han ocurrido tales ideas. Leedlo si os interesa y aún estáis en esa etapa en el que el día empieza a las 4 de la tarde, yo ya la olvidé...

1. Síntoma: Pies fríos y húmedos.
Causa: El vaso está siendo agarrado en ángulo incorrecto.
Solución: Gira el vaso hasta que la parte abierta quede hacia arriba.

2. Síntoma: Pies calientes y mojados.
Causa: Ya te measte.
Solución: Ve a secarte al baño más proximo.

3. Síntoma: La pared de enfrente está llena de luces.
Causa: Te has caído de espaldas.
Solución: Posiciona tu cuerpo a 90º con respecto al suelo.

4. Síntoma: Tu boca está llena de colillas de cigarros.
Causa: Te has caído de bruces sobre el cenicero.
Solución: Escupe todo y enjuágate la boca con un buen cubata.

5. Síntoma: El suelo está borroso.
Causa: Estás mirando a través de un vaso vacío.
Solución: Más de tu bebida favorita.

6. Síntoma: El suelo se está moviendo.
Causa: Estás siendo arrastrado.
Solución: Pregunta a dónde te llevan por lo menos.

7. Síntoma: Reflejo múltiple de caras mirándote desde el agua.
Causa: Estás en el inodoro, intentando vomitar.
Solución: Metete el dedo (en la garganta).

8. Síntoma: Oyes que la gente habla produciendo un misterioso eco.
Causa: Tienes el vaso en la oreja.
Solución: Deja de hacer el payaso.

9. Síntoma: La discoteca se mueve mucho, la gente viste de blanco y la música es muy repetitiva.
Causa: Estás en una ambulancia.
Solución: No moverse. Posible congestión alcohólica.

10. Síntoma: Te sorprendes que por fin has ligado con una tía, vestida curiosamente muy recatada y de azul pero con un consolador enorme en la mano.
Causa: Te ha detenido una policía por escándalo público y te está reduciendo con su porra.
Solución: Tienes derecho a guardar silencio.

11. Síntoma: Ese trozo de pizza que has robado te sabe cada vez más raro.
Causa: Te estás comiendo el cartón.
Solución: Termínatelo todo que ya tu estómago aguanta cualquier cosa.

12. Síntoma: Tu padre está muy raro y todos tus hermanos te miran con curiosidad.
Causa: Te has equivocado de casa.
Solución: Pregúnta si te pueden indicar por dónde queda la tuya.

13. Síntoma: Un enorme foco de luz de la discoteca te ciega la vista.
Causa: Estás en la calle tirado y ya es de día.
Solución: Café y una buena siesta.

De todos modos, siempre recordaré aquel remedio ansiolítico del Jack Daniels...casi todo es beneficioso, en su justa medida dicen, no?

viernes, 2 de mayo de 2008

jueves, 1 de mayo de 2008

Ratitos de realidad

- Y me lo tira a mí en la cara – dijo la Sra Bukkake.

No puedo poner esto, lo sé, y ella me lo hace ver, pero de todos modos el papel lo aguanta todo, incluso que yo me burle de esa manera de la mujer que está a nuestra izquierda.

La culpa de todo la tuvo el protector solar. Es aceite de limón, pero no huele a limón. Aconseja no pulverizar directamente sobre el rostro, puede provocar ceguera: por fin una razón no moral para no decir lo del bukkake. Me echa un chorrazo en la espalda para comprobar que no huele.

- Puedes leerlo, no es nada secreto.
- Ya, ya lo sé, si llevo todo el rato mirando de reojo.
- Ya me lo tiene que cambiar.

Es que le he corregido el orden de la frase con una flechita.

- Esto no es un sms.

También le corrijo una “q” solitaria.

- Po ya ves truz.
- ¡La mujer desactualizada!

Llevo todo el día dándole caña con la frasecita, se acordará de haberla dicho.

Empieza a llegar más gente a la playa. Me dice mientras escribo que va a echar una siestecita, yo miro a unos niños que se bañan pensando en la hora en que terminé de comer, porque me está empezando a apetecer meterme en el agua.

Encuentra debajo de uno de mis pechos un papel, un trozo de papel roto en el que unas palabras aparecen tachadas y sólo se visualiza “pastis”.
Me pregunta que cuál es la zona que vemos a lo lejos...

- Es Zahara...¿ves a lo lejos aquel farito en la esquina?.
- Si...
- Pues es la playa que tengo en algunas fotos de esas que puse de fondo en la pantalla y en el mesenger.
- Aaah...La playa de Zahara y el faro de los cohones (entonado con humor).

Se acercan unas monetas (pseudomonetas en este caso) a pedir crema, se están quemando. Mi reacción primera es pensar “¡anda y que os den por culo!...¡Fuera de aquí!”...pero seguro que a mi izquierda alguien podría andar pensando en el sentido más literal de la frase.

- Estoy hasta la polla de Iván Ferreiro
- Es que está espesito..tres canciones seguidas como mucho.
- Voy al agua...Tú te quedas, ¿no?
- Sí...Sí.

Un minuto o menos después...


- No he podido bañarme, demasiado helada.
- ¿No te has mojado ni la polla?

- ¡Qué va! Tendré que bañarme cuando me entren ganas de mear.